sábado, 30 de junio de 2018

Más allá de tus sueños...

Pues ¡sigue soñando! No te detengas ni aquí, ni allí. ¡Rompe cascarones y estupideces ! ¿Quieres seguir la invitación del Señor y caminar sobre el agua? Quieres. Pues camina ya sobre las aguas ¡hombre de poca Fe!

Alberto E. Justo


Más allá de tus sueños

Porque siempre soñamos y buscamos alojo y reposo en los sueños y en los deseos, que se suman y que renacen, lo admitamos o no.
Valores y afirmaciones , que parecen signos de ausencia... ¿Es así? "Y los sueños sueños Son" 
Pero más aquí, en el secreto de nuestras aspiraciones, resuenan melodías inéditas, insospechadas, que se multiplican en esos oasis que hemos descubierto hoy mismo, cuando se abren las perspectivas de una palabra nueva, también insospechada...
Hoy no estamos donde ayer. El viaje ha sido intenso, ha sonado como irrepetible, ha vencido todas las ilusiones... El viaje es ahora y aquí.
Pero ¿dónde estamos entonces? O, mejor aún:¿quién soy esta vez? Topamos con duras fronteras, con límites sin sentido, engañados por la ilusión... La fuerza y el valor de una respuesta es seguir caminando hasta el "más allá" que quizá no exista...
Sigue, pues, hasta donde no se ve... que es condición para ver en realidad.

Alberto E. Justo


viernes, 15 de junio de 2018

¿has llegado en verdad?

No creo saberlo sino apenas sospecharlo. Con simplicidad aguardo cuanto aún ignoro... Los pasos parecen lentos y dolorosos, en tensión para lograr no sé qué caminos, ya cerca de una frontera, de un límite que nadie puede adivinar.
¡Límites, sí, eso mismo que a todo viandante asusta! Lo que falta, lo que no llega, lo que tal vez no pueda llegar. Porque el verdadero combate no perdona. Esperamos, pero sin lucha, no atreviéndonos a luchar hasta el fin, porque ignoramos y damos con lo que no sabemos... Pero¿es realmente así?
Nuevamente reaparece el deseo de una luz nueva que ya no nos engañe, el deseo de un reposo, de una paz que no conozca fronteras apresuradas o falsos caminos... Sabemos de Aquél que vino a los suyos y éstos no lo recibieron... Pero si Él es la Resurrección y la Vida es clarísimo que no lo podremos ignorar. Su Presencia no tiene "porqué", simplemente Él Es.

Alberto E. Justo


Un desierto más allá del oasis

Muchas han de ser las sorpresas con las cuales topamos a lo largo del camino ,las mayores quedan aún lejos porque no atinamos siempre a distinguir la verdad. ¿Es en lugar secreto tan maravilloso, tan imposible que ocurra eso que es, eso que no se ve, eso que oculto se nos regala?
Adherimos a la Palabra y a la voz Redentora que ha penetrado en lo cotidiano y asumido la carga de nuestro misterio. No hemos de apartarnos... Misterio que todo lo explica, que todo lo brinda, en el cual nos hallamos a cada instante en el respiro que es signo de vida y de resurrección.
Vive tu oración constante y descubre que lo más escondido es -también- lo más manifiesto. No ocultes al Señor ni te ocultes tu mismo... El Señor esté siempre contigo...

Alberto E. Justo