el peregrino sigue su camino

¡¡Afuera los curiosos impertinenes!!
Cuando sabemos de dónde venimos, también sabemos adónde vamos... La Nobleza es hereditaria y no sabe ni se interesa por las necedades de moda. Ocúltate en alas del viento, lejos de los infelices.
Nací bajo el signo imborrable del Árbol... Allí está el León Real, de oro y de verdad...
Lejos, muy lejos nací de este mundo desgraciado y desgarrado... De camino, pues voy más libre que nunca...

Alberto E. Justo

Aunque se sacudieran los montes

tus palabras se repiten en el corazón... Tu fuerza en tí...Guarda tu Fe.
Dios te lleva

Alberto E. Justo

Sí, Señor, Creo !!

Creo, en esta Noche Santa Dios mío, Creo, en suma que Eres Tú. Creo en el Silencio que, callando. levanta el alma... Lo que las multitudes no pueden sospechar. Porque nada tienen para vender ni para ganar. Son los grandes... los que viven de Tu luz, los que nada saben del Silencio ni de la paz... Y son los pequeños oh paradoja bendita !! los que llegan a Belén...
Y Tú, Madre Mía recibe mi oración humilde en esta Noche Santa...

Alberto E. Justo

¿todavía sigues a pesar de todo?

Persigo una altura... No me asusta, por el contrario: me invita. Ahora mismo afirmo mi andar...
Muchos ríen y otros lloran... pero casi una "multitud" me ignora... Crecí en la escuela de mis padres y me hallo muy solo, lejos de los rumores que un mundo porfía como muy buenos. Pero yo, como Don Quijote, sé muy bien quién soy y dónde estoy... En efecto, tal vez muy lejos de esos rumores y tormentas... donde descubro la puertas cerradas ¡y clausuradas! Porque son de todo pelaje los cusuradores porfiados. Ignoran que ya perdieron la partida cuando se tuvieron por vencedores...
¿Quiénes son los fuertes? Tal vez sólo los corajudos que bebieron la propia tradición en el dolor y la constancia.

Alberto E. Justo

de rodillas....

Buscando una flor encendida...
Aún hallamos en nuestro silencio al Señor... cuando sabemos que El está aquí... Tú, Señor nos llamas, Tú Señor nos escuchas ¿qué más puedo decir? Te pido y te ruego despertar en tus brazos, siempre más alto, siempre más hondo y profundo en Tu Corazón...
Llévame Contigo..., Siempre más cerca..., más inmediato en tus Ojos, en Tu Mirada.
Que la Santa Misa sea siempre el permanente fuego encendido de Tu Amor...

Alberto E. Justo

No son opiniones ni decires

ni menos aún repeticiones antojadizas: simplemente estamos aquí mismo, porque asi nos ha llamado Dios. No hay más opciones. Deja de lado las tonterías de moda. Nada.
En medio de la Noche... Ora y reposa... Valgan lágrimas y pesares.
En medio de la Noche recibirás un don inesperado; en medio de la noche...
  Alberto E. Justo

En medio de la Noche: que ya despunta la Aurora

 Alberto E Justo

con la certeza y la fuerza de la Fe

Recibo sin vacilar en estos días de esperanza la Palabra del Señor que resuena en nuestro corazón. Me parece que no estamos bien seguros en la Fe: es preciso fortalecerse... Porque es así , el Señor ha llegado y su Presencia resplandece más que nunca... Los ángeles cantan el himno que nos abre el cielo...
Muchos dudan porque se fatigan en caminos torcidos quizá... Dios ahora nos llama no para ensayar nada sino para beber del agua purísima de la verdad y la confianza.
Los ángeles alaban a Dios y nos dan sus voces, ya mismo, ahora mismo en nuestro corazón arrobado...

Alberto E. Justo

poco o mucho, resplandece la verdad

Nada empequeñece y mucho aparece cuando la verdad afirma sus pasos en crecimiento singular...
Creemos con firmeza que apenas somos nosotros los que decimos algo... Amigos y Hermanos, el que nos habla es Dios... Y Dios desde la grandeza de un pesebre en la Noche... ¡Noche Admirable!

Alberto E, Justo

Gozo del Adviento

En esta hora maravillosa estamos sonrientes de esperanza en el Señor. No sabemos expresarlo hoy de otra manera sino cantar nuestro himno de esperanza a Aquel que desciende de los Cielos en la Noche. Hoy bendecimos su Presencia y renovamos la consagración en una Santa Misa escondida en lo más profundo del Corazón...¡Santa Misa escondida, resplandeciente de Cielo y de Paz!
Y renovamos nuestro gozo y nuestro Amor... Es el Espíritu y son los Ángeles que abren las puertas del Cielo...

Alberto E. Justo

en un silencio nuevo y fuerte

No dudamos, Señor, de tu incesante regalo... Surge la sonoridad profunda que repite tu llamado. Y yo digo: "Ven Señor Jesús", Ven... Y El que me responde siempre: ¡y tú ¿no vienes?!

Alberto E. Justo

¡tú que prometes en vano!

¿Por qué no te callas ahora,en la hora del silencio? Hay quienes prometen y nunca cumplen ni se aparejan para ello... Busca en el silencio de tu alma el secreto que no hallas en todas partes.

Alberto E. Justo

Recibe Señor mi plegaria hoy

A pesar de las horas que pasan yo sé que tú vienes... cada vez más. ¡Puedo decirlo así, con alegría y gozo en esta Navidad como siempre!
¿Como siempre? Desde luego.
En ese himno que no calla

Alberto E. Justo

Silencio es alegría y paz

Sabes que no es necesario detenerte demasiado en pesar y fijar ... No has de pensar más sino abandonarte en confianza y gozar en lo que ya sospechas...
¿Recuerdas ahora mismo, hoy, a tu madre cuando te enseñaba a rezar? Que la memoria pues no calle, sino que encienda la luz inefable...

Alberto E. Justo

Camina, camina, sin vacilar

Que tus pasos no sean tuyos. Sabes que no lo son. Ahora bien: éntrate en el Desierto, más allá de las fronteras y de cualquier compromiso. No calcules nada, abandónalo todo... Siempre más escondido y en paz
 Deja lo que no llevas y alégrate en lo que dejas, que es ello lo mejor y más sabroso...
Allá arriba hay un monasterio que alumbra el valle...

Alberto E. Justo

Ven, Señor Jesús

 No hay dudas en este llamado de oración y de esperanza...¡¡Creo Señor!! y te espero!!
Señor, guárdame en Tu Corazón...

Alberto E. Justo

No temas, Dios está aquí

No temas ni te turbes... El Señor está aquí, como estuvo en las bodas de Caná de Galilea, siempre cuidando que sus hijos tengan lo que necesitan y esperan... No te asustes tampoco, goza con su presencia y sabe que Él vela contigo siempre. No hay oración como esta vigilia . No aguardes mayor sorpresa. La Santísima Virgen está aqui, contigo.
No quieras imaginar nada... Simplemente deja que tu oración brote sin pausa, sobre todo cuando no te das cuenta...

Alberto E. Justo

Soy monje por gracia de Dios

Sin necesidad de asegurarlo, lo vivo firme en mi corazón porque estoy en el Corazón y el Secreto de Cristo... Sé que soy ese secreto... Por ello no preciso otra aclaración que le Fe que me levanta.ahora siempre...

Oración constante y perpetua

Es muy posible que no podamos alcanzar, con toda la fuerza deseable, lo que ahora  queremos decir aquí y en mil partes... Dejo, pues, que la Gracia y el Espíritu me levanten adonde Ellos mismos me llevan y me levantan...
¿Dónde estoy? Deseo orar siempre, sin distancias ¿Me concede el Señor semejante gracia? Yo no lo dudo...

 Alberto E. Justo

tornamos a la súplica:

Alberto E. Justo, suplica recibas esta oración y esta alabanza siempre y a cada instante...

En silencio digo por qué...

En silencio digo y callo...Quizá lo que no expreso se oculta en una sonrisa plena,,, ¿quién puede sospecharlo? La poesía no se lamenta. A veces sólo puede llorar...
En medio de la Noche la Luz atraviesa el silencio y cualquier angustia... y en la plegaria adhiere a la nueva melodía que anuncia la Santa Navidad...
Esta es mi oración de hoy, del Adviento escondido en el manto de la Noche que no perece ni se apaga.
Por eso mi pobre oración es veraz y real, como el Amor (más fuerte que la muerte).
No precisamos hoy declaraciones ni variaciones más o menos devotas... Sólo el Amor que no ceja ni calla. El Amor que ES y que está y late en la hondura del Corazón...
Puedes "surcir" estas palabras, aunque parezcan otra cosa. No hay música que las reemplace... Es aquí, sí es aquí, no te equivocas... Sigue, que sólo Señor te dice que sigas, que vengas, que atravieses el abismo... Que no temas.
¿Esperabas otra "sorpresa" distinta de Dios?
Sólo Dios te aguarda y te espera...
Es esta una Misa Santa que resuena  y penetra más allá del mundo todo... ¿No lo imaginabas?
Sigue ,pues, Amén, amén.

Alberto E. Justo

No te aflijas...

por las respuestas demoradas... Son las más frecuentes y también las más aguardadas... -Queremos respuestas, chillan las masas... Queremos lo que se nos antoja ya de una vez... Pues si quieres lo que quieres, renuncia de una buena vez a  lo que sea.
Si renuncias puedes llegar a todo: precisamente a lo más alto. Ven, pues, desciende donde nadie pregunta por ti porque... en realidad tú no eres. La Nobleza más alta es aprender a decir que "no" cuando has lustrado en demasía tus zapatos.

Alberto E. Justo