sábado, 30 de abril de 2011

En Cristo no recibimos una "manera" sino la vida.

¡¡Felices Pascuas a todos los amigos lectores!!

En todas las cosas hay luz y belleza... No nos puede faltar esa puerta abierta a lo que escapa de nuestra mirada. Lo que imaginamos, lo que suponemos tan lejos, está, en realidad, muy cerca. Más todavía, es inmediato en nuestro espíritu.
En todas las cosas, en todos los acontecimientos, también en el dolor, nos alcanza una fecundidad no sospechada que se desprende de la misma vida. El modo de recibirla, de realizarla, es ir siempre más allá, sin porqué ni modo. Ni normas, ni razones: el corazón late y la vida nos es dada en abundancia. Una inmensa Fuente surge en lo profundo y allí está la identidad verdadera que tanto buscamos en los caminos sin destino...

Alberto E. Justo