miércoles, 3 de agosto de 2011

Poco importa que te vean...

¡Tantas veces nos preguntamos -con no poca angustia- ¿por qué? ! Y es que hay acontecimientos que ahogan... Pero, detengámonos un momento. ¿Es posible imaginar otro mundo y otra historia? ¿Poseemos la clave de un camino mejor? Porque, claro, no imaginamos que, de un modo o de otro, aquello que se nos ocurre puede ser mucho peor... Esto es: resultarnos peor...
El secreto, como siempre, es más profundo. "Si quieres ser de Dios: prepárate para la prueba..." ¿Cómo es esto? Y es que esto que ahora llamo prueba se transforma en cuanto percibo su fecundidad y en cuanto considero que no es ni vergüenza ni fracaso. No consiste el ..."éxito" en que lo que pretendo resulte de esta manera o de otra. El "resultado" es silencio y misterio para mí. Es un venturoso secreto...
Es posible que eche de menos ser "reconocido", ser aplaudido o experimentar no sé cuáles satisfacciones. No niego la "justicia" de lo que pueda pretender en diversos campos... Niego que "eso" que juzgo un premio en efecto lo sea.
Dos conclusiones hay que subrayar: una que nuestros enemigos no son "humanos"; luego, la segunda, y es de otra índole, que nuestra misión, en profundidad, nos es desconocida. Y también está oculta para los demás...
Dejemos que el Ser resplandezca en nuestro interior, en el secreto que el Padre conoce, con toda confianza, valor y libertad.

Alberto E. Justo