Cuando suena "aquella" voz sin melodía... Tal vez sufrimos el apremio y no sé qué distracción impertinente. Llaman y tejen... E imponen... Los consejos vulgares siempre ahogan. También se oye el "grito" de los horizontes oscuros, desencajado, fuera de lugar y de tiempo. Estrépito que viene y va...
¡¿Pero qué estamos diciendo?! Quizá busquemos describir, y mal, lo que no sabemos ni nos toca saber...
Pero hemos aprendido que no somos eso y que no estamos donde nos parece estar. ¡Sí, el espíritu vuela, es ave maravillosa y siempre va más allá! El tejido no nos detiene... Quedó allí con tantas y en tantas contingencias, condicionamientos y accidentes.
Y tú, amigo mío, quita y deja lo que te ata y condiciona. Vuelve a la "pureza original", levanta tus ojos al Cielo, porque tus ojos se vuelven cielo y el cielo, tus ojos.
¿Sabes? Tu corazón descubres cuando todo es silencio, cuando descubres el silencio en tu corazón.
Alberto E. Justo