lunes, 1 de octubre de 2012

Cuando se abre el horizonte...

No dejes de arrojarte más allá de los límites y de las medidas... La hondura es inacabable (por decirlo así), no acabarás nunca tu camino. Este es un gran secreto. A pesar de las incomprensiones, a pesar de los ruidos, el silencio está en tu alma y tu descubres su abismo cuando no lo puedes abarcar.
Deja, deja y sigue que esos límites que se te antojan terribles en realidad no existen.

Alberto E. Justo