lunes, 26 de octubre de 2015

Horas de incertidumbre...

En múltiples ocasiones nos hallamos perplejos acerca, tal vez, de lo más inmediato. Lo que no sabemos de hoy o de mañana, lo que no supimos muy bien de ayer, halla una profundidad nueva y única en la oración serena del peregrino. Es la respuesta y la "fuerza" de cada instante, es el vigor de nuestro respiro que se manifiesta en la plegaria, sobre todo escondida; es la acción de la Gracia divina, que olvidamos en nuestro andar.
Reza, pues, para dar cuerpo y realidad a todos los instantes...

Alberto E. Justo