martes, 20 de noviembre de 2012

alégrate...


Ya en el bosque carecemos de reparos. Nuestra alegría es aquello que ES. Cuando dábamos vueltas por “afuera” menospreciábamos su profundidad y su carencia de fronteras.
Una vez en su interior no recordamos las peripecias que nos detenían “alrededor”.
Es imposible hablar y describir lo de “dentro”. El ABISMO está abierto, por fin. Pero no admite que hablemos de él. Nos invita, una y otra vez, a pasar adelante, a ir más allá... “directamente” y “sin medios”.

Alberto E. Justo