domingo, 4 de noviembre de 2012

Lejos de los ídolos...

Y también de aquellos que nos rodean y parecen aceptables y hasta seductores. ¡No nos conformemos con poca cosa y con las repeticiones de siempre! Vayamos más adelante... ¿Hacia dónde? Más adelante, más allá, que es más aquí en profundidad.
Descendamos, si es preciso, hasta recuperar nuestra vida profunda, que es nuestra "realidad". Descender o ascender... ¿qué más da? Porque somos llamados, sí -verdaderamente llamados- y elevados por Aquél que ES...

Alberto E. Justo