viernes, 24 de mayo de 2013

cuando oras... Dios a ti te quiere, no lo que digas o hagas

Cuando ores... Cierra la puerta de tu habitación.
         Cierra y atiende. Atiende a lo que aparentemente en este instante no oyes. El día, la noche, nada dicen y tú no dices nada. Están y te envuelven en presencia silenciosa. Aunque giman los espacios con rumores que no deseas. El día y la noche te abrazan en el silencio. Nada dicen y no aguardan palabras ni gestos tuyos. Cuentan con que tu estás ahí y das tiempo, sí, tiempo, a tu corazón presente.
         El Señor te mira y tu mismo le puedes ver, en sus ojos...
         ¿Te sabes contemplado, conocido, amado? Entonces calla, no digas nada. Atiende y abre tu corazón. Él te quiere a ti, no a tus obras ni a las acciones que quieras inventar... Es así.

         Alberto E. Justo