jueves, 27 de noviembre de 2014

recibir...

Quien es capaz de recibir... Abrir el corazón a la vida que es comunicada, participada...: gozo en la Verdad...
Sabemos que el Misterio es nuestro "ámbito" y que, en efecto, recibimos, con la gracia, la Presencia inefable. Esto no puede circunscribirse en explicaciones ni definiciones (¿para qué?), y es, sin embargo, fuente de gozo y de salud...
Quizá parezca algo "irreal" y aún "débil", pero es la mayor fortaleza y precisamente lo "real".
Tal el Don de Dios, que no tiene modo ni medida. Pero resuena en clave hondísima y las "distracciones" de este mundo, terriblemente finito, no pueden alterar ni impedir.
¡Recibe y acoge -pues- lo que no sospechas y es permanente sorpresa de infinita magnitud! No sabes cómo llegaste a la vida, no lo puedes recordar ahora y, desde luego, no interesa. De la misma manera, ahora y siempre, llega la Vida desde lo alto y tampoco puedes explicártelo con tu lenguaje... Es secreto maravilloso y es silencio que todo trasciende...

Alberto E. Justo