viernes, 17 de abril de 2009
Sigue tu camino, no temas
Una vez más subrayamos la confianza en Dios. Nunca será lo suficiente, sobre todo cuando el escepticismo hace estragos... Una verdadera conversión es aquella que consiste en acualizar la certeza de la Providencia y su lugar central en nuestra vida y en la historia. Sabemos ¡cuántas veces lo decimos! qué es la Pascua y el anuncio que comporta, con el gozo y el júbilo de una vida nueva, sin cesar renovada, por gracia y don de Dios. En este momento, pues, volvamos decididamente a casa, a la casa del Padre, que es nuestra verdaderamente en la Esperanza. Nuestro testimonio es fecundo para todos aquellos que, a nuestro lado, también retornan a la Casa Paterna.