domingo, 24 de julio de 2016

En la ermita escondida

¡Quédate, permanece en la ermita escondida que el Señor te regala! No la busques por allí, ni lejos, ni fuera, ni cerca siquiera. Está en todas partes y en todas partes la encuentras. Y, en todas partes, te guarda el Señor en ella.
Despréndete y deja caer todo aquello que no llevas... Guarda el secreto de tu corazón y habita simplemente adonde el Espíritu te eleva... Allí está tu hogar y tu morada...
No dudes, ni temas. No vaciles ni aguardes resultados sonoros, que ya no interesan...

Alberto E. Justo