domingo, 31 de julio de 2016

No preguntes, ni inquieras

No quieras abrazar lo que tus brazos no alcanzan. Déjate abrazar por Dios sin modos ni denominaciones... En el silencio del corazón resuena siempre un "lenguaje" nuevo e inédito, que nos sorprende y levanta por encima de las imaginaciones y las insuficiencias de nuestro "ego."
En la noche puede percibirse un cántico sublime... No cabe en ningún "encierro". Esa música maravillosa es libre y liberadora... Recíbela sin atreverte a interrumpirla. Deja que suene, deja que cante... No impidas la música... "Deja ser el ser."

Alberto E. Justo