jueves, 16 de noviembre de 2017

Nada tan cercano como el Misterio de lo Divino

Dios está aquí... Pero hay muchos que no logran "estar" en parte alguna, sino en sus propios refugios, muy lejos y nada más.
No hay gozo comparable al esplendor de la Fe, en medio de las dudas que, tantas veces ensombrecen nuestro andar. Y Dios nos libre y nos proteja del hombre "triste"...
Aprende a sonreír y a dejar que una cierta simpatía innata se manifieste en los distintos pasos de nuestras jornadas. ¿Qué pasa en los momentos de opacidad, cuando el peregrino no acierta a otra cosa que a llenar formularios y aprisionar al prójimo, según dichos y hechos que lo alejan de la ternura y compasión de Dios?
¡Vuelve incesantemente a tu morada y a tu corazón! Apiádate de tus hermanos y de ti mismo. Junto al río ves correr aguas puras y cristalinas. Lo demás no tiene importancia.

Alberto E. Justo