Lo que importa es arrojarse en el secreto y orar sin aguardar "definiciones."
Avanzamos pues, aunque esté nublado. Hay Luz encendida en el corazón: hay Luz en el corazón.
Nos animamos y nos exhortamos a aventurarnos abriendo grandes los ojos en la oración que no se interrumpe.
Alberto E. Justo