martes, 18 de junio de 2013

alégrate en tu secreto

Atiende...
Inclínate sin temor a la voz profunda...
¿De dónde viene, de dónde procede?
¿Es sólo silencio?
¡Voz que es silencio, silencio que es voz!

         Deseo atender para ser seducido...
Pero esa voz ¿es nada más que deseo mío?
¿Qué es el “deseo” que no se expresa?
         No encuentro palabra ni canto
en el oscuro subsuelo que imagino.

         Es hora de pasar más allá...
En el “aquí” sombrío ya no se ven estrellas.
Sólo el Cielo encapotado desvela la tempestad.

         ¿Aguardar?
         Nada. Todo llega, todo ha llegado...
         ¿Cuándo?
         Siempre...
         Y nada más.

         Sigo... Confiando en lo que no veo,
sigo sabiendo que todo ya está.

         Alberto E. Justo