miércoles, 5 de junio de 2013

Dios "crea" en la oración

Basta un instante para alcanzar el “lugar” deseado. Quizá en el momento no parezca así. Queda mucha huella y peso de lo que pasaba en el camino, mucha fatiga y no pocas dudas...
Pero ¡vuélvete en un instante y persevera a pesar de las impresiones que no dejan despejar el alma! Insiste, sin más. Alcanzarás la altura deseada en la misma medida en que sigas, confíes y no te dejes abrumar  por nada.
Los enemigos del alma no quieren que abras los ojos y veas la realidad.
Es posible orar a cada instante y es posible que la oración tenga mil maneras. No estás llamado a repetir esto o aquello: el Señor llama, sí, es verdad, pero te llama a ti. No se trata de “modos” generales, ni de abstracciones, ni de métodos.
Dios viene al corazón y es directo: en el secreto de cada uno. Dios “crea” cada vez... ¿Le negaremos “originalidad”?

Alberto E. Justo