miércoles, 30 de junio de 2010

una llama permanente

Es muy posible que en no pocas ocasiones nos asalten dudas de todo tipo acerca de lo que hicimos, de lo que hacemos o de lo que hemos de hacer... Es así. Pendientes de los éxitos nos cuesta un tanto discernir y asumir lo más honorable, aún a costa de perder las "seguridades" que sean. En esta hora volvamos la atención a aquello que más eleva nuestro andar, aún cuando no se obtenga ni por asomo ese consenso tan buscado en todas partes.
Hay una llama que no se apaga y que no requiere los aplausos de nadie, ni quedar bien con nadie. Es el "honor" olvidado hoy en los altares del provecho y de la utilidad. Porque la vida que se nos regala tiene instancias sublimes que no proporcionan "ganancias" y pueden, sin embargo, comportar algún sufrimiento cuando somos leales o consecuentes con ellas.
El "desierto interior" es un camino de desprendimiento que conduce a bienes más altos, a mayor profundidad, a un amor más grande, no condicionado por ninguna "esclavitud" ni servidumbre o angustia.
En un mundo que privilegia dependencias y extraños sometimientos, cuando tantos no se sienten bien sino dominando a otros pobres viandantes, afirmamos el primado de un amor que no puede ser ligado ni encadenado por ningún mortal empecinado... Porque el Amor de Dios de todo libera y en su mismo e inefable Misterio nos regala el sentido de todas las cosas. ¡Bendito Nacimiento, bendita Aurora!

Alberto E. Justo

martes, 29 de junio de 2010


El Secreto, una vez más

La pedagogía divina es introducirnos y afincarnos, de algún modo, en el secreto. En lo no "publicable", en soportar -tal vez- la ausencia de los comprobantes. ¿Soportar? En realidad se trata de adoptar la hondura del silencio, que es algo más que la falta de los ruidos molestos...
Es lo que exige el "peso" de nuestra humanidad. Y debemos llevarla con gozo y alegría. El Señor llevó la Cruz y el Misterio de la Cruz es, también, el misterio de nuestra humanidad. ¿Nos decidimos a asumirla, al menos en la parte que nos es dada?
En el secreto y en el silencio se descubre este luminoso intercambio, esta "relación" entre lo que llevamos y la seriedad de nuestra redención y elevación. En esta hora de la historia no hay ya espacio para los "carteles", pues es necesario velar directamente con el Señor y sumergirnos en su Oración o, mejor, dejarnos introducir en ella.

He visto una fuente...
Contemplo el tenue hilo de agua pura
que corre entre piedras pequeñas y salpica,
con gracia, las verdes hojas.
Flores encendidas, más allá,
entre el césped, sobre la tierra húmeda.
Perfume fresco del amanecer,
tierra mojada, canto de luz,
que se desliza, como fina mano,
en las cuerdas de un arpa,
tocando, delicadamente, los árboles del bosque.

Alberto E. Justo

lunes, 28 de junio de 2010

Ocúltate en el Amor

¿Despojado de obras y de méritos? ¿Crees que es importante almacenar títulos, recomendaciones, garantías y mil cosas más? ¿Cuántas personas se han cruzado contigo para saludarte hoy? ¿Muchas?
Preguntas un tanto ridículas a estas alturas... Ya sabes que tu camino no admite semejantes consideraciones. Es de otra índole, sigue por otros parajes. Quiero decir que no nos afanemos por "contar"... No es eso, no se trata de cantidades. El Amor más sabe de intensidad, de calidad, que no de cantidad o de contabilidad. Dejemos a Dios las sumas y abandonémonos en lo pequeño (que es en verdad lo grande) y no temamos perder si sólo poseemos algo muy pobre para dar. ¿Acaso quien lo dio todo (y poco) no entregó más que aquél que daba mucho porque, según su contabilidad, le sobraba abundantemente? Entonces ¿qué importa más? Si no tienes otra cosa... ¿No tienes todo tu corazón para ofrecerlo al Señor?
Reposa en tu oración pequeña y silenciosa, vuélvete todo en tu ofrenda y aprende la compasión. Vive el misterio de la Misericordia y desde la soledad del Huerto de Getsemaní acompaña en tu corazón al Señor toda una hora. Sí, toda...

Alberto E. Justo

domingo, 27 de junio de 2010

El don del cielo

¿Has pensado que todo acaba y se consuma en "aquella" imagen? ¿Te parece que esta o esa figura son... inútiles?
Mira, detente, hay una "emoción" indestructible en tu corazón. Eso te habla y te dice de Dios más que todos los conceptos que pretendas almacenar o considerar...
Dios "aparece" en modo "encendido", sin palabras. Quizá una melodía inesperada que levanta el corazón o se levanta en él... Sin modo, sin manera, pero en todos los modos y maneras...
¿Cómo es esto? ¿Acaso la Causa Primera no es más presente en los efectos que las causas segundas? Y hay mucho más.
Siempre llega Dios con anterioridad a lo que sea. Siempre está antes, siempre ES antes. Percibe esa "palabra" incomparable que repite y te repite: YO SOY.
Nada sabes de aquella sonrisa si no aciertas a descubririla, a redescubrirla, en su causa y en su sentido. Nada sabes de esos ojos, de aquella mirada, de ese canto, si no los rescatas ahondándolos en Aquél que es la Belleza, el Amor y la Vida.
¡Detente! ¡Asómbrate ante tantas maravillas y tanto esplendor! ¿Qué es un coro de niños en la Noche Buena?
Entonces calla, no definas ni expliques nada. ¿Te molestan tantas "sinrazones"? ¡Ya es algo!
Dios es Padre y Maestro de ternura y de fidelidad eternas.
Vuelve sin cesar a tu corazón y repite, una y otra vez, lo más simple e inmediato y ESCUCHA...
Si pronuncias el Nombre de Jesús con la frecuencia de la plegaria, aprende a oír, a escuchar en verdad, el Nombre que supera y es más que todo nombre en el silencio esplendoroso de tu corazón...
Aprende a llorar... El prado está lleno de flores, a un lado las montañas, al fondo el mar inmenso, como arriba y aquí mismo está el cielo.

Alberto E. Justo

viernes, 4 de junio de 2010

Pasado y futuro hoy...

¿Recuerdos? ¿Deseos para mañana? ¡Cuántas veces llegan esos "mensajes" a nuestra consideración... Sólo cabe decir que aquello que tal vez extrañamos ya está en el Corazón de Dios. Quizá antes que en el nuestro, por decirlo así. Nada hemos perdido, ni podemos perder, cuando Él mismo nos guarda lo mejor y mejor de cuanto podamos sospechar. Todo puede ser presente. Y lo futuro "ya", ahora, si levantamos a Él nuestro espíritu o acogemos al Espíritu que viene a nosotros.
Nada has "perdido", hermano. Tu vida adquiere un valor "único", los latidos del corazón, eco de cuanto Él nos comunica y participa y transforma, siempre en "más", nos dicen de un palpitar de vida que no acaba jamás...
Bendigámosle siempre, dándole gracias y alabándole... que "ni ojo vio, ni oído oyó..."

Alberto E. Justo

jueves, 3 de junio de 2010


esplendor de la Belleza de Dios, a cada paso

Como somos peregrinos... ¡tantas maravillas acontecen! Pero... hay que aprender a descubrirlas y a verlas. Y, luego, a gozarlas también. ¿Te has detenido ante la majestad de una montaña y percibido su silencio, su presencia? ¿Has prestado atención al lenguaje del mar?
Hoy hemos perdido el rumbo porque todo lo que "se hace" es para sacar este o aquel provecho. Tan utilitarios y, al final, con las manos vacías y el corazón siempre "descorazonado." Por allí, nunca por aquí. Pretendiendo no sé qué ideales y lejos de lo más real, profundo y cercano al fin.
Y allí nos escapamos ilusionados con lo que no se graba en el alma. El alma halla su correpondencia en lo bello, porque ella misma es bella. Detengámonos ante esa luz que Dios enciende... Digámosle al Señor, con San Juan de la Cruz, "adentrémonos en tu Hermosura."

Alberto E. Justo