viernes, 14 de diciembre de 2012

No temas las dificultades del momento


¿Interrogantes nuevos? ¿Sorpresas que no imaginábamos? Esta hora parece sacudirnos de mil modos... ¿Nos hemos descubiertos más débiles que ayer, que hace sólo un momento? Ahora, quizá, nos demos cuenta de ser mucho más pequeños...
         ¡Cuánta angustia en un momento! ¿Qué será mañana, o pasado? –nos preguntamos. Y así mil veces, olvidando que los embates y las pruebas, la constatación de nuestra miseria, son el paso cotidiano, que nos despierta... Sí, es la ocasión, es el abismo que llama al Abismo.
         Firmes y abandonados en mayor confianza cada vez... Aunque debamos recomenzar y renovarnos sin cesar.
         Una mirada, una aspiración (que es gracia), un silencio profundo que nos libere de lo que sea: ¡dejémonos alcanzar!

         Alberto E. Justo

a pesar de los fantasmas


Es muy posible que surjan límites donde no suponíamos. Y es muy posible también que esas fronteras aparezcan porque nuestro temor o nuestra indecisión las diseñan.
         La “asfixia” provocada por estructuras o problemas ha de ser superada siempre con valor y con la convicción de que permanentemente, a cada instante, somos llamados y elevados por un regalo inimaginable de Dios. En suma, por Él y por sólo Él, por el Único...
         A fin de reconocer esta profundidad nuestra meditación, nuestra atención, ha de levantarse en ese inefable Rayo que nos crea y recrea...
         Despeguémonos, pues, de esas suposiciones que nos ligan a máquinas y a mecanismos (de la especie que sean). ¡Somos algo más que tuercas o tornillos y valemos más que los martillos y los clavos!
         ¡Adelante, con confianza, en el vuelo del Espíritu! Con la oración directa, silenciosa, profunda, hallaremos –sin mediaciones caprichosas- la Presencia que transfigura.

         Alberto E. Justo

viernes, 7 de diciembre de 2012

Aunque sea a tientas


Recibe y asume en silencio tu propia hondura, esa que no conoces, esa misma que es intimidad tuya... ¿Qué significa “no conocer”? ¿Cómo puedo conformarme con lo que... “no conozco”?
            Y, sin embargo, esa suerte de “ignorancia docta” es signo de espacio sin confines, de apertura siempre mayor.
            Camina por la senda escondida que sólo Aquél que Es te lleva. Acéptalo.

            Alberto E. Justo

jueves, 6 de diciembre de 2012

¡Unica y Viva Llama!


El peregrino descubre su camino inmanente... Y en la profundidad asciende o desciende, siempre más allá de cuanto alguna vez imaginara. Camino escondido, secreto de Dios, secreto del Espíritu. ¡Es tan hondo que debemos sobrepasar todas las “superficies”! Cuando nos detenemos considerando haber llegado a no sé cuál límite, se enciende una luz detrás de algún muro que ahora comprobamos transparente y sutil. Y entonces sabemos que hemos de pasar también esa frontera.
         ¡Terribles límites a veces! Pero ya sabemos que en verdad no están, no son... En alas pues del Espíritu, en su respiro, que es nuestra vida y nuestra oración.
         ¡Luz siempre nueva! ¡Llama que arde más dentro y más alto, más profundo siempre y que jamás, nunca, se apaga!
         ¡”Llama de Amor Viva”: nuestra Vida!

         Alberto E. Justo

lunes, 3 de diciembre de 2012

lo que nos rodea... quizá no sea en verdad


La búsqueda de un método o procurarse un método no nos parece un camino acertado. El desengaño y el fracaso tienen, desde el inicio, una función pedagógica e introductoria, diré, que llevan al desapego, al silencio y a la convicción de ir más allá...
         No se ha de temer esa amarga desilusión, que se manifiesta luego de comprobar la falsedad de los que se tienen por buenos. El derrumbe de las ilusiones en la hora presente no hace más que confirmar la urgencia y la validez del propósito de alcanzar otra altura, aun desconocida para nuestros sentidos desorientados...

         Alberto E. Justo