viernes, 14 de diciembre de 2012

No temas las dificultades del momento


¿Interrogantes nuevos? ¿Sorpresas que no imaginábamos? Esta hora parece sacudirnos de mil modos... ¿Nos hemos descubiertos más débiles que ayer, que hace sólo un momento? Ahora, quizá, nos demos cuenta de ser mucho más pequeños...
         ¡Cuánta angustia en un momento! ¿Qué será mañana, o pasado? –nos preguntamos. Y así mil veces, olvidando que los embates y las pruebas, la constatación de nuestra miseria, son el paso cotidiano, que nos despierta... Sí, es la ocasión, es el abismo que llama al Abismo.
         Firmes y abandonados en mayor confianza cada vez... Aunque debamos recomenzar y renovarnos sin cesar.
         Una mirada, una aspiración (que es gracia), un silencio profundo que nos libere de lo que sea: ¡dejémonos alcanzar!

         Alberto E. Justo