domingo, 31 de julio de 2016

No preguntes, ni inquieras

No quieras abrazar lo que tus brazos no alcanzan. Déjate abrazar por Dios sin modos ni denominaciones... En el silencio del corazón resuena siempre un "lenguaje" nuevo e inédito, que nos sorprende y levanta por encima de las imaginaciones y las insuficiencias de nuestro "ego."
En la noche puede percibirse un cántico sublime... No cabe en ningún "encierro". Esa música maravillosa es libre y liberadora... Recíbela sin atreverte a interrumpirla. Deja que suene, deja que cante... No impidas la música... "Deja ser el ser."

Alberto E. Justo


sábado, 30 de julio de 2016

¿Dónde -Señor- comienzo?

Sabemos que nos llamas ya, tal como estamos ahora y sin preparaciones, ni proyectos... ¡Señor! en efecto, nos llamas ya mismo, ahora. Todo comienza, palpita, respira y vive en Tí...
Quisiéramos prepararnos, disponernos tal vez con algunos "pensamientos" y no sé cuántas cosas, ensayar introducciones nuevas, una y otra vez, hasta dar con un resultado que abriera las puertas que imaginamos y que deseamos...
Pero todo eso, todo lo que pergeñamos en nuestros pensamientos, todo eso, no eres Tu...
¿No dijiste acaso, a María, que una sola cosa es necesaria, que ella había elegido la "mejor parte" que no le sería quitada? Y el Único necesario eres Tú, Señor.
Todo es en Ti... Yo mismo no puedo reconocerme fuera de Ti. Cuando la hermana de Lázaro te dijo que sabía que su hermana resucitará al final de los tiempos ¿qué le respondiste -Señor-? "YO SOY la Resurrección y la Vida"
La vida contemplativa, que es nuestra vida, eres Tú mismo...
Danos siempre la fortaleza de la Fe y la gracia de "ver". ¡Y de verte a Tí solo! Amén.

Alberto E. Justo


viernes, 29 de julio de 2016

En el silencio y la esperanza...

En el silencio y la esperanza está nuestra fortaleza... (Is.30,15). Así, San Juan de la Cruz... y nosotros despertamos en el mismo Corazón de Cristo, llamados por Él en el Espíritu. ¡Aurora incomparable en el secreto de nuestro interior!

Alberto E. Justo


miércoles, 27 de julio de 2016

¡Señor! ¿Dónde moras?

No nos admire repetir esta pregunta... Es lo propio insistir, como con la oración, hasta llegar a algo más que una respuesta.
El Señor repite: -no te detengas en frases o sentencias de lo que "se dice". Abraza, sin vacilar, mi Palabra... Abrázame a Mí.
Mi morada es ahora tu corazón. Es un secreto sublime: tú en Mí y Yo en tí... La vida contemplativa no es para "otra cosa". La vida contemplativa Soy Yo.
¿Qué puedes añadir? La vida contemplativa no consiste en lo que haces sino en la Vida que recibes.
Tu oración es Mi oración... No quiero tus "obras", te quiero a ti...
Sumérgete en mi Misericordia y no temas.

Alberto E. Justo

martes, 26 de julio de 2016

seguimos de camino

¡Señor!¿Dónde moras? Esta pregunta, que hicieron los discípulos al Señor Jesús, se repite por nosotros ahora, para descubrir nuestra morada, una vez más...
No dudamos en repetirla, no vacilamos en aceptar nuestro camino porque, antes que cualquier otra cosa, es Su camino...
El Señor nos dice: -ven y verás... Repito que nos llama, que nos dice "ven", como a Pedro cuando quiso caminar sobre el agua: -"ven."
Y comprobaremos la Gracia de la Fe, a pesar de vientos y sacudones, a pesar de las tempestades que desata este mundo.
Nuestra Morada es Él mismo, que ahora insiste: -ámame como eres. En suma: no vaciles ni temas, porque Yo Soy...

Alberto E. Justo



lunes, 25 de julio de 2016

¿Buscas alguna calificación o nombre nuevo?

Es posible que esta "tentación" se renueve con cierta frecuencia, porque el peregrino busca reparos o reconocimientos a través de los distintos parajes que supera...
Pero no hay que equivocarse y confundir un lugar o un tiempo con le realidad a la que estamos llamados, que supera todo lugar y todo tiempo.
¿Cómo convencernos, en efecto, rechazando toda duda y dejándonos levantar por encima de todo lo perecedero?
Atribuimos la condición de "absoluto" a aquello que no lo es y nos fatigamos en tareas que a nada conducen...
Despréndete del tiempo y del lugar eventual... Sumérgete ya en el Misterio que tu mismo eres, en el Misterio de Dios.
No se trata de este o de aquél monasterio, tampoco de esos "desiertos" que quedan en el camino...
Atiende ahora la Palabra que resuena en tu corazón: "Yo Soy."

Alberto E. Justo

domingo, 24 de julio de 2016

En la ermita escondida

¡Quédate, permanece en la ermita escondida que el Señor te regala! No la busques por allí, ni lejos, ni fuera, ni cerca siquiera. Está en todas partes y en todas partes la encuentras. Y, en todas partes, te guarda el Señor en ella.
Despréndete y deja caer todo aquello que no llevas... Guarda el secreto de tu corazón y habita simplemente adonde el Espíritu te eleva... Allí está tu hogar y tu morada...
No dudes, ni temas. No vaciles ni aguardes resultados sonoros, que ya no interesan...

Alberto E. Justo


sábado, 23 de julio de 2016

El "instante" siempre es nuevo

Pedimos perdón por nuestros pecados y suplicamos la Gracia del Señor. En un instante somos rescatados y perdonados, enseguida la Misericordia divina nos eleva.¿Dudamos acerca de tanta maravilla?
El Señor nos levanta, nos abraza, nos sostiene. Basta un instante para volver a casa...

Alberto E. Justo


Un claustro, un paisaje

Siempre insistimos en imágenes que no se esfumen ni se alejen... Pero ha llegado la hora en que busquemos, sin pausa, no la "imagen" sino la misma Realidad. O como queramos llamarla. Porque hoy es aquí y es ahora. La Gracia de Dios no se esconde. Dios se vela para manifestarse más.
Si es el Señor, si es Él mismo ¿cómo representarlo o reemplazar su presencia?
Con el "coraje" de la "hora" iremos de camino por la senda de Emaus...

Alberto E. Justo


viernes, 22 de julio de 2016

Aunque nos parezca tarde...

Entremos sin vacilar en la espesura del Corazón... No importan las horas ni las peripecias. El respiro no engaña.
Aunque nada sientas ni percibas: ten siempre esta máxima: "Si sabes lo que sabes es porque ya estás."
¿Qué es "saber"?
Aquí digo esto: "conocer desde dentro." Y ¿qué es conocer desde dentro? Cuando conoces en verdad lo que no se siente. Cuando has pasado más allá (o más aquí) cuando descubres la "inmediatez", cuando no puedes no estar dentro del Misterio que te excede. Cuando sabes que tu espíritu es, todo él, solamente en Dios.
Con los últimos pasos se derrumbaron los escalones y los puentes que juzgábamos indefectiblemente tendidos. Nada de eso. Llega la hora esencial.
No esperabas que el Señor así llamara a tu puerta. Precisamente a esa puerta, la menos "sospechada", por donde menos podía aguardarse... lo mayor.

Alberto E. Justo


¿Quizá mañana?

No, es hoy, hoy mismo, no tienes que aguardar. El Amor de Dios es "ahora mismo". Arrepiéntete de todos tus pecados y abre tu corazón. El Señor ya está, Él es , así, simplemente...
En la confianza está el secreto de esa fuerza que no te ha de faltar.
¡Qué grande, qué hermoso, es el "AHORA" de Dios! Todo lo tienes ya, goza y exulta en la Presencia inefable que no tiene ocaso.

Alberto E. Justo


jueves, 21 de julio de 2016

no temas, no, no hay "derrotas"

Si te parece que pierdes, apártate de lo que simplemente "parece". Que no te engañe la manifestación sombría de lo que no es.
¿Y si se pierde esa joya, o ese cuadro tan bello? ¡Tantas cosas pasaron, fueron y se fueron no sé por cuáles caminos del mundo! Y, sin embargo, brotan de nuevo en fuente purísima, desde el oculto fondo del corazón.
No te importe la "derrota", no te juzgues vencido, no es necesario, ni mucho menos, alcanzar determinadas medidas... Porque no hay "medidas". El Amor de Dios no tiene "medida".
¿No te dieron el "premio" que suponías y, tal vez, merecías ayer? Es cosa normal y habitual... ¿Quién reconoce esto o aquello? ¿Qué es reconocer?
Deja que el arroyo lleve esas hojas que pasan y se van. Simplemente deja. Suelta, en suma, no aferres y reposa en la hondura que no se sospecha.

Alberto E. Justo


miércoles, 20 de julio de 2016

oculto en el bosque

¿Por qué no? También el bosque tiene semejanza con el desierto. Tal vez la soledad, hasta el silencio que tanto amamos...
Figuras que aparecen en nuestro interior y que son -¡tan pequeñas!- comparadas con la grandeza del corazón...
Pero no se trata aquí de conceptos o de imaginaciones. El "interior" es una vivencia que se descubre por gracia de Dios. Son los "latidos" del corazón, el respiro que no se define, en suma esa vida participada que nos viene de Dios.

Alberto E. Justo


martes, 19 de julio de 2016

Descubre el amplio respiro

Recibe desde el "secreto" la luz que no tiene ocaso. ¿Quieres convertirte en un peregrino "nuevo"? No es necesario, serás el peregrino de siempre, pero descubriendo la verdadera "morada" en lo profundo del corazón.
Lucha en tu sendero, no te apartes. El Señor está contigo.
Déjate amar, no dudes... 
Tienes tu casa en el Corazón de Dios.
Muchos son los titubeos y no pocas las vacilaciones. El Señor nos dice, sin embargo, que, a pesar de lo que sea, lo amemos con entera confianza y abandono.

Alberto E. Justo


Vivencia siempre despierta

Ayer salí de mi casa para ingresar en un convento... Hoy salgo de un convento para ingresar en el monasterio de mi corazón...
Ayer partí hacia afuera, hoy parto hacia adentro...
He hallado la montaña que se eleva más allá... Porque hay una cima escondida...
Ayer me hallaba en el lugar que, como tal, me parecía el propio... Sin embargo mis pasos me conducían y me conducen a "otra parte", que es "más que lugar".
Salí de donde estaba y estoy aquí y ahora...

Alberto E. Justo


Descubrí mi ermita en el único claustro...

La barca se desliza por el centro del río y las ramas de los grandes árboles cubren, de orilla a orilla, el cielo escondido. Pero no lo ocultan, lo predican, como tantas veces ocurre cuando un velo cae suavemente ante un soñado paisaje.
Entonces un tendal cae de repente, porque hemos visto más allá...
¡Horizontes siempre nuevos! No son ilusiones sino aperturas a lo insospechado.
Así es mi ermita en el centro de mi corazón.

Alberto E. Justo


lunes, 18 de julio de 2016

El camino continúa todavía

El peregrino quizá se ilusione con llegar ya a un espacio más o menos definitivo... Piensa, el viandante, que es hora de arribar o que, a lo sumo,  forma parte de no sé qué figura que lo compromete definitivamente...
Pero no es así... En efecto, la vida eterna, las palabras de vida eterna, no tienen bastiones ni murallas... Seguimos un "ascenso"que carece de "modos" y de estructuras, donde no existen "ataduras" ni detenimientos caprichosos.
Nuestro caminar es "reposo" y se levanta por una virtud siempre más alta. Quisiéramos fijar nuestros pasos, pero el Misterio nos arrebata... Esta es la verdad.
Por ello seguimos, no más, a pesar de voces, rechazos e ignorancias. A pesar de miradas torvas y sombrías, que reclaman un dominio imposible y que perdieron ya su hora...
Sigue, que tu senda es magnífica y bien lejana a las determinaciones del mundo abrumador.

Alberto E. Justo

domingo, 17 de julio de 2016

aguardando el amanecer

Hollando senderos nuevos en la costa que carece de fronteras... El techo es el cielo, la amplitud es el mar... 
Quisiéramos hallar una senda, un camino, que nos levantara más allá.
Un hondo respiro, una aspiración del corazón a esas alturas secretas que tanto nos seducen, en el quieto silencio, que es intimidad con Dios.

Alberto E. Justo



La mejor parte

María eligió la mejor parte, que no le será quitada (Luc. 10,40). Muchos serán los caminos y los lugares que conozcamos o descubramos... Algunos, mejores que otros, pero ..."la mejor parte" ¿se trata de un de un estilo, de una condición, de una "vocación", de un destino...? ¿Podemos decir que María eligió o que "fue elegida" para lo más alto, hacia un "intimidad" inconcebible y única...?
Que no le será quitada...
Nada ni nadie nos puede apartar, alejar, del Amor de Dios, de Dios mismo: ni las estructuras deterioradas, ni los precipicios de un decadencia agobiante...
Simplemente: lo que eres, eres y nada más y nada menos. No temas.

Alberto E. Justo


viernes, 15 de julio de 2016

piedad y perseverancia

Nada ni nadie puede apartarnos del Amor de Dios... Lo sabemos muy bien. Aunque, a veces, los "ataques" y las adversidades aparezcan intolerables en nuestro horizonte nublado y triste.
¿Qué es lo que pasa? ¿No lo sabemos bien? El "mundo" no perdona, ni tolera, ni "aguanta", ni quiere otra cosa que engullir lo que sea, aún dañando su estómago. El mundo devora pero no aplaude, el mundo destruye pero no construye nada...
Verás al "ejército" de este mundo, saturado de falsedad y de mentiras, imponer su feroz tiranía contra lo que sea, con tal de afirmar un "poder" imaginado, fantasmagórico, con disfraz de responsabilidad y mérito...
¡Huye, pues, de las sandeces de esta hora y de cualquier otra! Descubre tu propio valor más allá, en el silencio, en la soledad... Abre la puerta secreta del corazón...

Alberto E. Justo


miércoles, 13 de julio de 2016

Nada tan temible como el temor

En efecto, nada tan temible como el temor y la duda; nada tan temible como la "vacilación" que se manifiesta cuando juzgamos probable lo improbable...
Son muchas las variantes que el enemigo del género humano dispone para "asustar", ya que -en realidad- es él quien nos teme.
Es María Santísima quien ilumina nuestra vida en la aurora que vence todo temor...
Levanta los brazos en oración, sin vacilar y escucha la palabra de María: -¿acaso no soy tu Madre?
Ahí, aquí, tienes a tu Madre...
¡Corazón de Jesús, Amor Infinito, en Tí confío! ¡Corazón de María, Madre del Amor Infinito, en Tí confío!

Alberto E. Justo

¿Añadir alguna cosa?

No sabríamos ya "añadir". Sólo cabe dejarse llevar por un silencio inédito que ha de decir mucho más que cualquier gesto o palabra... Tal vez haya por allí un sendero también desconocido que nos indique una "liberación" nueva... Pero no hay "liberaciones" nuevas.
Procuramos romper las cadenas que ayer nos ligaban y levantar, bien alto, las celosías oprimentes de "lugares" harto cerrados. Pero no logramos demoler la infamia que desfila por avenidas y parajes, afirmándose en gritos y sinrazones...
En suma, parece que no acertamos a "pasar más allá".
¡Si supiéramos pasar! ¿No aprendemos de las aves que, en su vuelo y a riesgo de su vida, efectivamente pasan y van?
Si te arriesgas, si arriesgas tu vida, pasarás.
No importa perder nada... Porque nada se pierde... Déjate pues levantar en vuelo. Porque tú no te levantas...
¿Recuerdas a San Juan de la Cruz: "sobre toda criatura levantada"? Pues eso mismo... Medita y sigue por allí.

Alberto E. Justo



martes, 12 de julio de 2016

vocación de monje...

La intención más grande, el deseo mayor, la vocación de permanecer siempre en el Corazón de Cristo... ¿Dios puede negar lo que tanto, desde el fondo de la conciencia, ASPIRA a Él? Porque la "aspiración" es don del Padre que nos hace hijos en el Hijo, en el Espíritu Santo...
No podemos describir ni explicar lo que supera cualquier expresión. Lo que sí sabemos, y es así, es que ser monje consiste, en efecto, en desearle con Su deseo...
Todos los claustros del mundo, todas las ermitas, todas las mayores soledades: valles, desiertos y montañas, no alcanzan a insinuar siquiera, lo que cumple el deseo de ir a solo Dios. Solo, a solas con el Solo.

Alberto E. Justo



lunes, 11 de julio de 2016

Dentro del Misterio

Unión que no se explica ni se define: simplemente es. De allí brota la fuente y la vida. En el misterio está la vida y su sentido. En el silencio su razón sublime. Brota y vivifica sin que yo me apresure a componer nada...
Ya sabemos que lo más secreto es lo más fecundo...

Alberto E. Justo


domingo, 10 de julio de 2016

trabajo y oficio...

El "sudor de nuestra frente" se nutre en mil ocasiones y oportunidades, de esas que no descubrimos en un instante. Percibimos, sí, la fatiga, y no acertamos a responder acerca del cansancio o de la experiencia de una derrota...
Y, sin embargo, la carencia de resultados inmediatos, la demora de cualquier éxito, ha de llegar a nuestras horas como una bendición de Dios.
Hace tal vez algunos instantes festejábamos nuestras tareas, hasta que las sombras de la noche nos entregaron la vanidad de tantas cosas y la desaparición de esas ilusiones que pretenden elevar nuestras vidas.
Ahora el escenario, el inmenso escenario, tiene decorados muy diversos. Allá, al fondo, un telón azul, muy fuerte, nos recuerda un pedazo de cielo que ya no está.
Los "decorados" engañan desde luego. Por eso elevamos el corazón más allá de fantasmas e ilusiones, sin llegar a adivinar lo que está más lejos... (¿o más cerca?)
Es verdad que las sombras velan, pero -también- revelan. Lo que hasta ayer juzgábamos luminoso, hoy desaparece...
Y es que la luz, la luz verdadera, no engaña, a pesar de los discursos de los necios.
Es la Mirada Divina que permanece en nuestro corazón, porque lo que se nos antojaba ausente ya es, sin duda, presente.

Alberto E. Justo

viernes, 8 de julio de 2016

En la búsqueda está el "encuentro"

¿Cómo liberarnos de las angustias o de los apresuramientos de esta hora, cuando todo parece borrarse por su misma aceleración?
Nos sabemos llamados a un horizonte, a más allá de un horizonte,  a superar fronteras y alturas...
Es necesario ver y descubrir, abrazar y subir, no quedar detenidos, sino proseguir esa búsqueda que parece no acabar.
Pero acaba...
Insisto en descubrir la grandeza verdadera...

Alberto E. Justo


jueves, 7 de julio de 2016

la "grandeza verdadera"

El día que descubras tu verdadera grandeza... Ya no precisarás otras cosa que "aquello"...
Descubre pues el secreto admirable. No tienes que mendigar nada... Ya lo tienes todo o, en realidad, ya eres lo que eres, más allá de cualquier frontera. Llena tu corazón en la Única Fuente...
¿Quieres saber quién eres? Olvida los intermediarios y las razones. No te detengan reparos ni dudas. Nadie puede darte lo que no se da ni lo que no eres. ¡Nadie te dará lo que no eres por más antojos y caprichos que se esgriman!
Algunos invocan mejores "condiciones de lectura". Otros se hunden en un terrible piélago para... "más poder"... Pero tú eres poseído por un Bien Infinito, ¡apártate de lo que no es!

Alberto E. Justo


miércoles, 6 de julio de 2016

oración incesante...

¿Cómo arrodillarme, Señor, y permanecer cada segundo en el silencio de tu Corazón, sin apartarme jamás? Una pregunta y mil preguntas que superan y trascienden cualquier respuesta... Y sólo digo y clamo :-¡Ven Señor Jesús! No tardes...
¿Hay algo que añadir a la ...vida? La intimidad profunda en el Espíritu ¡tan poco valen las palabras!

Alberto E. Justo

Cuando la pregunta no obtiene respuesta

Y sabemos muy bien que es harto frecuente. Se agolpan las cuestiones y las "ilusiones" aguardando lo que -aparentemente- no llega. Por ello insistimos, esperando siempre contra toda esperanza, en la pregunta, en la interrogación que brota de lo profundo, para dar, no tanto con una respuesta, cuanto con el secreto o el tesoro escondido, que nos brinda la apertura deseada más allá...
Y preguntamos por no sé qué "identidad", tal vez para huir de la asfixia, de la repetición de las mismas necedades, en ansia por una liberación auténtica.
Por ello es necesario preguntar de nuevo: -¿quién soy? Es fácil responder acerca del "lugar" en el que accidentalmente "estoy". Pero aquí buscamos el secreto que está más allá. ¡¡Quién soy!!
Hemos hallado un camino, en el corazón de una brecha.
No soy, ciertamente, lo que dicen o lo que piensan los"otros". Esos "otros" que pretenden conclusiones en el estilo más vulgar, repitiendo y repitiendo en ecos de la fama un aplauso o un examen mal aprobado.
No; caminamos en realidad en la soledad del desierto sin fronteras cuando ya nada vemos, ni podemos distinguir... ¡Santa Soledad del mayor de los desiertos, cuando no podemos descubrir sentido ni definiciones, cuando  no hay "estructura" que sirva ni que señale algún derrotero!
Ahora quedemos en los latidos del corazón profundo. Algo ha de despertar, algo ya despierta... Y nada más.

Alberto E. Justo

martes, 5 de julio de 2016

camino monástico, camino del silencio

La Voz que nos llama resuena en dimensiones cada vez más elevadas..., pero nunca más lejanas. Por el contrario, la invitación es siempre más íntima y más profunda, más honda, como no lo podemos sospechar.
El camino de la soledad y del silencio no puede quedar encerrado en ninguna estructura, ni limitarse... El camino es de "confianza" y fecundo abandono y no se pierde jamás.
El hombre, el peregrino, quisiera muchas veces destacarse o hacerse valer en definiciones o estadios a fin de obtener distintos grados o relieves. Pero el "desierto" de de otra índole y por el desierto nos lleva Dios.
Sí, en efecto, una vocación que parece lejana y es la más cercana e inmediata. Ahora la "fuga" es un encuentro que todo lo trasciende y todo supera.

Alberto E. Justo


viernes, 1 de julio de 2016

En algún bello escondite...

Buscamos nuevamente el camino que no desengaña. Porque nuestro gusto sólo se halla en Dios...
Es curioso, nada nos conforma. Todo parece pasajero y carente de belleza.
¿Es posible, por gracia de Dios, hallar el secreto santuario que introduce directamente en la intimidad divina y en Su presencia?
Es hora de todo lo que nos supera. Aunque parezca una ilusión lo más real y profundo late en nuestro corazón ya, ahora, en este instante.

Alberto E. Justo