Si te parece que pierdes, apártate de lo que simplemente "parece". Que no te engañe la manifestación sombría de lo que no es.
¿Y si se pierde esa joya, o ese cuadro tan bello? ¡Tantas cosas pasaron, fueron y se fueron no sé por cuáles caminos del mundo! Y, sin embargo, brotan de nuevo en fuente purísima, desde el oculto fondo del corazón.
No te importe la "derrota", no te juzgues vencido, no es necesario, ni mucho menos, alcanzar determinadas medidas... Porque no hay "medidas". El Amor de Dios no tiene "medida".
¿No te dieron el "premio" que suponías y, tal vez, merecías ayer? Es cosa normal y habitual... ¿Quién reconoce esto o aquello? ¿Qué es reconocer?
Deja que el arroyo lleve esas hojas que pasan y se van. Simplemente deja. Suelta, en suma, no aferres y reposa en la hondura que no se sospecha.
Alberto E. Justo