lunes, 30 de septiembre de 2013

Seguir de camino

No hay oposición entre el viaje del peregrino y la actual vivencia del "momento presente", del instante, de la hondura, de lo íntimo y secreto con el Padre.
Puede seguirse éste derrotero de hoy (o el que fuera) sin perder la quietud y la paz de un presente siempre renovado. La oración es, antes que nada, "atención", disposición y apertura. Esto lo sabemos y no lo perderemos por nada del mundo.
Pero tantas veces "dudamos". No sé qué fatiga o dispersión nos aparta de la realidad profunda y nos deja sin ánimo... Esto, sobre todo, es un error. Porque nadie nos puede arrebatar el Bien que nos es dado y mucho menos ¡mucho menos! a Dios que viene, que llega, que nace...
No hemos de olvidar nuestra constante consideración y atención a la Realidad, al Nacimiento de Dios en el alma, que no causamos, desde luego, nosotros; sino que Aquél, que nos ama con predilección, adviene más allá de nuestras distracciones y torpezas...
Cuando vamos de camino sabemos muy bien cuál es la realidad profunda que hace nuestra vida más alta, cuál es, en suma, la Vida que nos eleva...

Alberto E. Justo

jueves, 26 de septiembre de 2013

Silencio y Presencia

Es frecuente que, en determinados momentos, nos encontremos "abandonados" en un "silencio" sin respuestas... Porque, es frecuente también, que las preguntas y los reclamos se sucedan con particular exigencia en las horas de todos los días...
Es entonces cuando sentimos no sé qué vacío, no sé qué gusto a cosa "no realizada" o quizá incompleta, muy distinta de cuanto deseábamos...
Y, sin embargo, despierta, como la aurora, en aquellos instantes, esa fecundidad que nunca acertaremos a medir... ¡Dios nunca calla! aunque así nos parezca tantas veces.
Sí, tengamos presente, no lo olvidemos, el silencio aquí es densidad, promesa y cumplimiento, noticia insospechada... ¡Sí, en verdad HAY Alguien! Y se manifiesta en modo siempre nuevo. El silencio Es MODO NUEVO, ya que permite y abre todas las puertas a lo esencial.
Nunca descuidemos la confianza, ni olvidemos que lo cierto, lo más cierto y firme, no dispone de sistemas, ni de modas, ni siquiera de "estilos" predeterminados.
Aunque el medio sea tan pobre, aunque el papel se quiebre, aunque el tiempo lo deteriore... Resuena siempre inefable la Única Palabra: "Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado Hoy."

Alberto E. Justo

lunes, 23 de septiembre de 2013

¿espiritualidad?

Esta palabra es usada hoy por hoy en los más diversos sentidos. Hasta hay un abuso de ella. Será conveniente trazar alguna frontera para acertar lo que intentamos...
Si "espiritualidad" comporta una suerte de estilo de vida, propio, tal vez, de alguna institución o de un "movimiento" o de cosas similares, debemos afirmar que no se trata precisamente de "espiritualidad de la vida cristiana" en el sentido en que hemos de entenderla con cierta propiedad.
Nos referimos aquí a la vida "mística" cuyo carácter esencial es la unión con Dios y la experiencia directa de Su presencia. Y en esto hemos de afirmar sin duda que sólo hay UNA. Que no depende de instituciones ni de sectores, porque lo más alto no puede quedar determinado por instancias inferiores...
Los fundadores de Órdenes religiosas, por ejemplo, -nos decía el Cardenal Spidlik- no han sido "ideólogos" sino "padres", y un padre sabe muy bien que puede tener un hijo diferente... En efecto, cerrar filas en un "modo" determinado de vida más se aproxima a la "ideología" que a la "paternidad" espiritual. Ésta es lugar de libertad y de universalidad. Hay aquí una distancia análoga a la que existe entre el "hermano" y el "conciudadano"...
Cuando hablamos de contemplación y de vida contemplativa no nos referimos a parcializaciones, ni siquiera a determinadas trayectorias históricas, sino a la vocación profunda y esencial que descubre todo aquél que es conquistado por el misterio y la hondura del Ser y de la interioridad.
Es una vocación, en suma: un llamado a vivir en el Secreto del Padre, y esto no tiene "después". No se da "para"... Digamos en el silencio  de una plegaria: "conversatio nostra in coelis est."

Alberto E. Justo

¿quienes son?

Grandes, grandes son los que han callado... Aquellos que hoy y siempre custodia el silencio. La historiografía consagra a los "gritones", que en gran parte son mediocres.
Las grandes gestas, ¿qué son, qué comportan?
El asombro ante el "vacío" del mundo mueve al silencio, a trascender necedades y lugares comunes...
Los héroes verdaderos son los hijos y moradores del Desierto...

Alberto E. Justo


jueves, 19 de septiembre de 2013

Aún más hondo...

Nos sorprenderá que nunca alcancemos medidas ni límites... La "profundidad" no tiene fin... El "camino" del alma nunca acaba... Pasarán los años y las distancias y nos "sentiremos" extraños porque nunca llegamos o porque nos parece que el "fin" se aleja cada vez más... Algo de esto es necesario meditar ahora cuando pretendemos tantos perfiles acabados y definiciones más que suficientes...
La "hora" se torna fecunda cuando cae y escapa a nuestras medidas... El espíritu supera los confines, el espíritu halla su centro, su sentido y su vida en sólo Dios.
No nos admiremos de esta inacabable senda, de esta peregrinación más allá de las fronteras. Dejemos que Dios nos lleve, que nos levante cuando y donde Él quiera... Porque es precisamente eso, eso mismo que no sospechamos, lo que nosotros queremos en nuestro corazón.

Alberto E. Justo