jueves, 19 de septiembre de 2013

Aún más hondo...

Nos sorprenderá que nunca alcancemos medidas ni límites... La "profundidad" no tiene fin... El "camino" del alma nunca acaba... Pasarán los años y las distancias y nos "sentiremos" extraños porque nunca llegamos o porque nos parece que el "fin" se aleja cada vez más... Algo de esto es necesario meditar ahora cuando pretendemos tantos perfiles acabados y definiciones más que suficientes...
La "hora" se torna fecunda cuando cae y escapa a nuestras medidas... El espíritu supera los confines, el espíritu halla su centro, su sentido y su vida en sólo Dios.
No nos admiremos de esta inacabable senda, de esta peregrinación más allá de las fronteras. Dejemos que Dios nos lleve, que nos levante cuando y donde Él quiera... Porque es precisamente eso, eso mismo que no sospechamos, lo que nosotros queremos en nuestro corazón.

Alberto E. Justo