miércoles, 31 de octubre de 2012

La senda del corazón

Si elevas los ojos y el respiro en Dios descubrirás que lo real es el deseo de tu corazón. ¡Cuánto se oculta en este secreto del que vives y constituye tu condición verdadera! Déjate alumbrar por esa luz indescriptible... Eres ya centella y chispa del único fuego...
No puedes traducir en palabras ni en conceptos eso mismo, aquello, que deseas. Y la paradoja es que ya lo encuentras, que ya lo tienes, aunque no lo digas, aunque en medidas humanas no lo sepas.
¡Hombre celeste y terrestre! Eres un único regalo. Deja ser el ser.

Alberto E. Justo

viernes, 26 de octubre de 2012

Si elevas la mirada...

Con mucha frecuencia padecemos acontecimientos que no acertamos a explicarnos... Cuando todo estaba bien listo, cuando teníamos al alcance de la mano los elementos apropiados para no sé qué obra o trabajo, perdemos los instrumentos o la ocasión y nos quedamos perplejos en la mitad del camino...
Entonces sufrimos porque, tal vez, nos sentimos "muy pequeños", porque no podemos realizar lo que nos proponíamos o aguardábamos. Y repetimos, con mucho fastidio: -si faltan los medios ¿qué puedo yo hacer?
Claro que esto ocurre en unos ambientes donde se estima solamente el "esfuerzo" o la "acción", donde sólo cuenta el "qué hemos de hacer"...
Nos proponemos ir más allá. El valor no está donde sospechamos o donde nos dicen que se encuentra... O donde las "presiones" ahogan en tantos sentidos. No, no es allí... Elevemos pues la mirada.
Se narra de un religioso que esperaba convertirse en un gran predicador y teólogo, y que poseía condiciones y entusiasmo para ello... Pero la salud no se lo permitió y debió permanacer orante en un lugar solitario sin otra cosa... Y dio este testimonio de si mismo: -Temblé conmovido cuando vi el lugar donde posiblemente pasaría el resto de mi vida, pero me llené de alegría cuando me dije: "tú querías convertirte en un gran predicador, pero el Buen Dios te quiere un santo."
¿Qué es entonces ser santo? ¿Te has aceptado en verdad? ¿Te has dispuesto a descubrir tu secreto en el Secreto de Dios?
No pierdas el tiempo buscando lo que no encuentras, buscando siempre lo mismo... ¡Arrójate en el mismo Misterio que vives y goza con y en el don de Dios.

Alberto E. Justo

domingo, 21 de octubre de 2012

Por el Desierto

Pero no es una figura caprichosa, tampoco un ídolo... El Desierto es... mi "paso", más allá de las determinaciones o de las ilusiones del tipo que sean.
Oremos pues. Lo que parece no estar en verdad está...
Son, tal vez, los más solitarios y olvidados los que pueden levantarse sobre la barbarie o el salvajismo imperante. Son dos condiciones que se requieren: una, la soledad y el olvido (abandono) y la otra, el coraje de ser diferente.

Alberto E. Justo

miércoles, 17 de octubre de 2012

oremos así

¡Señor! Que Tu Silencio descienda en mi corazón. Que tu respiro me de tu Vida... Que, con prontitud, la oración más simple surja en mi como el sol de la aurora inundando todo el paisaje.

Alberto E. Justo

Cuando no se ve ni se supone

Ante los interrogantes tengamos presente que no lograremos nunca imaginar lo mejor para nosotros. Las preguntas que brotan en nuestro corazón tienen su respuesta en el Corazón del Señor. No son nuestras consideraciones o pretendidas soluciones los efectos verdaderos y lo más seguro es que nos equivoquemos tejiendo lo que sospechamos ha de ser.
Lo seguro es que nuestra invocación: ¡ABBA, PADRE! nos eleva inmediatamente a Dios y a nuestra realidad. Esta plegaria, que es nuestro verdadero respiro, ha de repetirse con entero abandono y confianza.

Alberto E. Justo

domingo, 14 de octubre de 2012

¡Quédate más allá!

Ese camino maravilloso que creo perder... Esa senda que parece no tener fin y que dejo esta vez... Todo eso no está allí sino en mí. Y nadie lo puede quitar ni arrebatar...
 Esto es simple e inmediato. No sufre discusión ni cuestión...
Todo se transforma y renace en un nivel más alto. Sube, pues, asciende y goza de la Belleza...

Alberto E. Justo

viernes, 12 de octubre de 2012

De nuevo: no temas

Sonríe y abandónate. La oración es siempre fecunda aunque padezca distracciones y terribles arideces. No te mas. Deja que el Espíritu ore en tu corazón. Esto no se aprende..., se sabe, se gusta, se goza... Aún cuando nada sientas, aún cuando te parezca que nada ocurre. Es entonces cuando la confianza y el abandono deben alcanzar sus más altas cimas. Abre la puerta de ti jardín, de tu oratorio interior y escondido, respira el aire que nunca has dejado de respirar... No has empezado ayer, ni en fecha alguna. Tu vida está escondida con Cristo en Dios desde siempre. No hay fórmulas. De tu parte: arrojo y confianza. Despréndete de tus cuidados y déjate elevar donde no sospechas.

Alberto E. Justo

No temas

Es palabra y anuncio de Dios. Sobre todo, no te dejes aprisionar por multitudes ni te conviertas en "uno más" por nada del mundo. El Señor te ama "personalmente", y -ciertamente- no como "uno más". Sí, ciertamente, como UNICO. No hay, ni habrá nunca nadie como tu. Sé fuerte y valiente...

Alberto E. Justo

Quizá, sorprendidos

En tantas ocasiones quedamos sin respuesta... Tal vez porque lo que cuadra y es prudente es decir que NO.
Téngase en cuenta que sabemos muy bien qué cosa es discernir y lo que importa el valor de mantener una decisión aunque ésta comporte un desafío. Porque las más de las veces esa respuesta sorpresiva es el silencio, es callar, es "dejar" y puede comportar "abandonar" aún aquello que amamos o que creemos amar. El discernimiento al que nos referimos es resultado de la oración (aunque sea árida) y de la madurez. Durante mucho tiempo se ha "conservado" a los... "educandos" en la adolescencia, precisamente en la inmadurez, por no advertir que es necesario, según las situaciones, decir que NO.
Hoy, seguros de la urgencia de un camino interior y profundo, hemos de fortalecernos en nuestra conciencia y no dejarnos arrastrar ni por presiones, ni por "consensos", ni por "decisiones" arbitrarias.
El silencio será siempre el arma más eficaz. El silencio y la ausencia cuando sea necesario. ¡Bendita soledad que nos enseña a ser fieles a la conciencia y a esa decisión escondida que aparece diáfana en el corazón.
Luchemos pues en esos parajes que no aguardados "normalmente", porque la "hora" tiene sus características y no adoptaremos actitudes mediocres. Y esto no se refiere a las gruesas noticias o novedades "periodísticas" ( lo diremos así ), sino a lo más cotidiano, donde y cuando el hombre ha de manifestar su verdadero y auténtico perfil.

Alberto E. Justo

miércoles, 10 de octubre de 2012

¿regresas otra vez?

La pregunta se reitera y no se responde más. No se va ni se viene. Quien ha hallado su corazón y su centro no sabe si regresa y no sospecha si se aleja por los andurriales de una peregrinación pletórica de vida y de misterio...
No, no somos lo que vanamente se nos adjudica. No somos lo que aparece y nada más. No constituye nuestra vida el disfraz o la máscara que manos atrevidas pretenden imponernos. No somos "eso", tampoco aquello... En el corazón, en la hondura, hallamos la libertad.
¿Aunque lo perdamos todo? Y yo pregunto también: ¿qué podemos perder, qué quiere decir "perder"? No valen las "posturas", cuenta siempre la sinceridad y la transparencia. Hemos dejado "ideologías" y "manías". La discreción, el discernimiento luminoso nos guía... Es hora de confiar.

Alberto E. Justo

¿tristeza?

No dejes que te invada la tristeza de lo aparente. Cuando todo calla... calla tu también. El silencio no tiene tarjeta de presentación... Siempre es apertura.
No aguardes hacer esto o aquello ahora por "sentirte mejor"... Es un error refugiarse en los "premios" inmediatos o impactantes... No hay resultados buenos en esos parajes.
Cuando todo parece callar, aunque tengas angustia y perplejidad, piensa que "todo" comienza en nueva aurora. La aurora no es un tratado, ni un libro, menos todavía una reunión, menos un festejo... No insistas forzando ocasiones o lo que fuere: que tu lema sea siempre: "Deja ser el Ser"... Felicítate de la hondura y en la hondura que es tu morada. Ella es siempre tuya. No precisa "andadores" ni apoyos de ninguna especie...
¡¡Busca de una buena vez, en tu corazón, y respira tu Bien!! Que lo que necesitas no está ausente. Está en silencio, simplemente eso. No conoce lenguaje vulgar.
Si estás en tu casa, permanece en ella, si has de viajar, viaja; si tienes que ir por esos andurriales, ve... En realidad no estás ni aquí, ni allí: estás donde no sospechas estar. estás desde luego en tu corazón y en tu Centro si así lo quieres. Dios no falta. Él lo es Todo. No hay más.
Quizá debas insistir en tu propio bosque. Allí donde (como decía San Bernardo) los troncos y las piedras te enseñarán lo que no te dirán nunca los maestros.

Alberto E. Justo

martes, 9 de octubre de 2012

El gozo de caminar... la paz

Es seguro que en mil ocasiones toparás con actitudes que no esperas ni resultan agradables. Sea que la torpeza es una "realidad" humana o que no todos están agraciados con el don de responder con delicadeza. Es, la delicadeza, una virtud sublime. Y tiene una relación profunda y secreta con la magnanimidad. Piensa en esto y medita, y considera cuánto más allá te encuentras de polémicas, preguntas, respuestas, exámenes, exigencias ¡y tantas, tantas tonterías, que el hombre pergeña para asentar su vano poder y justificar su envidia!
Por tanto: ¡a otra cosa! Que tu camino y tu andar sean un gozo por encima de las amenazas (generalmente aparentes) que se multiplican a los costados... Basta ahondar, basta volver a meditar y desprenderse de los apretujones y circunstancias.
Piensa, una vez más, en la dulzura y delicadeza de María, nuestra Madre. Considera esta quietud, este silencio que sólo se manifiesta en la apertura del corazón y, sobre todo, en el respeto. Quizá no halles respeto ni urbanidad entre los bárbaros que asaltan las ciudades y los pueblos para dominar de las maneras más sutiles, aunque torpes.
Vuelve a tu silencio. Nadie puede quitarte tu bien aunque lo declare en desagradable modo. ¿Quién es quién?

Alberto E. Justo

contemplar el Cielo

Cuando te aturden los gritos y los gestos de este mundo... ¡recuerda! estás llamado al Cielo. El Señor urge para que preparemos esa vida futura y definitiva... Esa vida que comienza YA, en cuanto eres consciente de ella, en cuanto despiertas del sopor que te ahoga... El desprendimiento te lleva al Cielo. Lo que no ocupan las otras "cosas" lo invade el Cielo, la vida del Cielo... DIOS.
Asume esta verdad y no dejes que nada la empañe... ¿Esperabas otras reacciones u otras respuestas? ¿No sabes que "eso" es pura ilusión? ¡Despierta, pues, de nuevo, a la Verdad y a la Vida! No eres tú quien vive sino Cristo quien vive en ti... La Vida escondida con Cristo en Dios... No es necesario hablar, sino callar y recogerse en el Silencio más alto que es el lenguaje del Cielo.

Alberto E. Justo

lunes, 8 de octubre de 2012

Aprender todavía hoy

No basta una instante para aprender a vivir en desapego. El "desprendimiento" precisa de la Providencia y de la Gracia... Por ello hemos de contar con nuestra condición y con nuestra realidad para perseverar en un camino que no se revela de un solo golpe.
Ser "separado", despegado de todo lo perecedero, requiere tiempo, constancia y cultivo perseverante del "asombro". Es curioso: cuanto más avanzamos en el plano del "abandono" más despiértase la admiración por lo maravilloso, por lo sublime. ¿Hallamos la profunda verdad de las cosas cuando les decimos "adiós"? Quizá sea así. Pero lo esencial es que las poseemos cuando las dejamos o cuando no nos empeñamos en apropiarnos de ninguna de ellas.
Descubrir el "ser esencial" presente, es decir nuestra "vocación espiritual y celeste", nuestra condición de hijos del Padre... quitando, desde luego, cualquier impedimento, pero atendiendo siempre a la luz que no se apaga en nuestro interior.

Alberto E. Justo

domingo, 7 de octubre de 2012

¿Regresas ya?

¿Adónde? Misterio grande es este de los viajes... A veces resulta doloroso pensar en ellos o enfrentar las complicaciones que se siguen; otras veces, por el contrario, son fuente de gozo y de esperanza... Ocurre que en este mundo o, por lo menos en los niveles que estamos habituados a transitar, hay siempre una suerte de bloqueo que nos limita y nos impide "ver más allá". Por ello es preciso regresar trascendiendo, superando, hallando el nivel más alto o más profundo donde en verdad estamos y no las apariencias que dibujan nuestros ruidos o ilusiones...
No sé adónde voy... ¡Magnífica conclusión! El viaje es otro y las "honduras" otras también...
Pero cuando todo se "despeja" y se "despoja" dejando ese vacío aparente que tanto nos asusta, entonces aprestémonos a la gran y única novedad... Donde nada hay, aparentemente, podremos hallar todo.
Quizá todo esté "cerrado" y no consigamos en el mercado lo que creemos urgente o necesario. Tal vez. Pero todo está ya en el corazón y la honda meditación nos entrega lo insospechado. Busquemos con confianza y ¡Adelante!

Alberto E. Justo

sábado, 6 de octubre de 2012

el misterio de lo numinoso

Cuando la luz aparece no hemos de apagarla o disminuirla, sino dejarla brillar. Cuando nuestro corazón es alcanzado por esos destellos que revelan el ser profundo, aun inesperados o incomprendidos, hemos de respetar, aprender a recibir lo que nos excede y nos eleva.
¿Quién se atreve a describir la respuesta que percibimos en nuestro interior ante una pieza musical sublime? Y sin embargo nos damos acabada cuenta, somos plenamente conscientes, de su realidad y de su virtud.

Alberto E. Justo

viernes, 5 de octubre de 2012

¡cuidado con las imágenes!

Dios no es como lo imagino... Es necesario desapegarse de esos perfiles que no son otra cosa que proyecciones nuestras, de nosotros mismos... Dios es siempre más y más allá: trascendente e inmanente, inefable... Cualquier pretensión de comprensión nuestra nos arroja fuera del camino, nos aleja, hasta puede encerrarnos en nosotros mismos...
Es oportuno pasar más allá y rechazar esas figuras que nos fijan en parajes tan limitados, muchas veces a imagen de nuestro "ego" y exiliados de la Realidad.
¡Consuelo grande éste! Dios no es así...
El Amor no se encierra ni se guarda en casilleros... Se nos antoja muchas veces descubrir al Espíritu Santo como una especie de conductor de hilos que mueven para aquí o para allá, generalmente según parece conveniente para nuestros planes... Pero no es así. Cuando queramos "imaginar" despojemos al Santo Espíritu de todo "plan" y de todo artificio... El Espíritu es Puro Amor y, antes que nada viene a nosotros porque nos ama...

Alberto E. Justo

oración y silencio

A pesar de "no decir nada"... ¿Cómo no dices nada? Es que... quizá lo digo todo. Estoy, con toda el alma, donde no sospecho, porque el nivel de mi pobre presencia es otro del que habitualmente creo... Dios levanta  y nos habita. Él es el Principio.
Por eso el silencio es siempre fecundo. Nos animamos a dejar a Dios todo el lugar. Es el misterio y el secreto...

Alberto E. Justo

busca la verdad

Ya sabes que, de alguna manera, buscarla es encontrarla. Transparencia y sinceridad, constancia y perseverancia... Sin temor.
La Verdad habita en el corazón. Es preciso despejar el campo, abrir puertas y tener lo imposible por posible, porque para Dios no hay "imposibles".
Pero rompe los esquemas de vana y aburrida repetición. No digas lo que simplemente oyes por ahí o por aquí. Trata de vivir en hondura y transparencia.
No porfíes cuando no tienes o no dispones de conocimientos suficientes. Es urgente hablar menos y buscar más. Fíjate que los errores se repiten y sobre todo esos juicios apresurados acerca de la historia, cuyas falsas conclusiones es tan difícil remover...
La clave es el amor a la Verdad, el coraje de la Verdad, el coraje de ser. Esto, desde luego, ennoblece una vida.
Queda en paz, que Dios es hoy Presencia y Él nos visita sin ahorrar tiempo.

Alberto E. Justo

martes, 2 de octubre de 2012

No quieras averiguar lo que no te compete

El silencio verdadero supone mortificar las curiosidades que, si bien no son siempre maliciosas, por lo general dañan la vida del alma. No, hermano, no quieras enterarte ni cultivar noticias, no quieras franquear las fronteras de tu silencio y las del silencio de los "otros". La información no es sabiduría. En la mayoría de los casos es ruido y nada más. Calla y sigue. No te apegues ni adhieras a lo que no es.

Alberto E. Justo

Perspectivas y renovadas

Es probable que, por diversos motivos, nos detengamos en recuerdos o planteos acerca de lo que quizá debimos hacer ayer o de lo que conviene hoy para cubrir errores pasados...
Se trata aquí de una trampa nada pequeña, tal vez del enemigo, tal vez de nuestra porfía o inseguridad, tal vez de nostalgia o de melancolía, según los temperamentos...
Proponemos alejar y abandonar estos pensamientos que no nos entregan lo que realmente constituye nuestro deseo profundo, nuestra mejor intención (de ayer y de hoy), sino que nos obliga a descarrilar y a apartarnos del camino del corazón.
La obra escondida, por llamarla así, no se manifiesta hacia afuera, sino que está celada hasta la hora oportuna que no siempre llega cuando suponemos.
Caminar por el desierto requiere un tiempo, y ese período nos parece infecundo y equivocado en tantas ocasiones.
Abrir nuevas perspectivas es aceptar lo que, por ahora, no nos es plenamente conocido y no puede ser encerrado en fórmulas definitivas. El fin es Dios. Él ya está y en Él lo tenemos todo. Pero no podemos abarcar ni racionalizar el gran secreto que sólo se conoce en el Amor, esto es "Más Allá" de mi estilo.
El peregrino lleva su tesoro y su secreto pero no puede hablar de él.
No hay, pues, seguridades. Hay, sí, una conciencia a la que hemos de ser fieles desde luego. Pero dejemos que el gran Misterio nos adopte, sin angustia y sin apresuramiento. Dios nos da todo en su Paz.

Alberto E. Justo

lunes, 1 de octubre de 2012

¿Un medio adverso?

Y, sin embargo, muchas de las cosas que aparecen como meditaciones, recomendadas en y por el silencio, han sido pergeñadas o escritas en momentos de tensión y de ruido... Esto es así y es necesario prepararse. Pero no dejarse sumergir en un mundo extraño, ni en caos alguno... Mientras meditamos sabemos que estamos en "otra parte", en un nivel que no puede ser alcanzado por los rumores o fatigas de este mundo... No se trata de pretender cambiar el ambiente o juzgarlo favorable para lo que no puede darse en él. Se trata de reservar el corazón y la vida en el nivel verdadero que, a pesar de las alternativas, nadie nos puede quitar.

Alberto E. Justo

Cuando se abre el horizonte...

No dejes de arrojarte más allá de los límites y de las medidas... La hondura es inacabable (por decirlo así), no acabarás nunca tu camino. Este es un gran secreto. A pesar de las incomprensiones, a pesar de los ruidos, el silencio está en tu alma y tu descubres su abismo cuando no lo puedes abarcar.
Deja, deja y sigue que esos límites que se te antojan terribles en realidad no existen.

Alberto E. Justo