El silencio verdadero supone mortificar las curiosidades que, si bien no son siempre maliciosas, por lo general dañan la vida del alma. No, hermano, no quieras enterarte ni cultivar noticias, no quieras franquear las fronteras de tu silencio y las del silencio de los "otros". La información no es sabiduría. En la mayoría de los casos es ruido y nada más. Calla y sigue. No te apegues ni adhieras a lo que no es.
Alberto E. Justo