No dejes que te invada la tristeza de lo aparente. Cuando todo calla... calla tu también. El silencio no tiene tarjeta de presentación... Siempre es apertura.
No aguardes hacer esto o aquello ahora por "sentirte mejor"... Es un error refugiarse en los "premios" inmediatos o impactantes... No hay resultados buenos en esos parajes.
Cuando todo parece callar, aunque tengas angustia y perplejidad, piensa que "todo" comienza en nueva aurora. La aurora no es un tratado, ni un libro, menos todavía una reunión, menos un festejo... No insistas forzando ocasiones o lo que fuere: que tu lema sea siempre: "Deja ser el Ser"... Felicítate de la hondura y en la hondura que es tu morada. Ella es siempre tuya. No precisa "andadores" ni apoyos de ninguna especie...
¡¡Busca de una buena vez, en tu corazón, y respira tu Bien!! Que lo que necesitas no está ausente. Está en silencio, simplemente eso. No conoce lenguaje vulgar.
Si estás en tu casa, permanece en ella, si has de viajar, viaja; si tienes que ir por esos andurriales, ve... En realidad no estás ni aquí, ni allí: estás donde no sospechas estar. estás desde luego en tu corazón y en tu Centro si así lo quieres. Dios no falta. Él lo es Todo. No hay más.
Quizá debas insistir en tu propio bosque. Allí donde (como decía San Bernardo) los troncos y las piedras te enseñarán lo que no te dirán nunca los maestros.
Alberto E. Justo