¡Señor!¿Dónde moras? Esta pregunta, que hicieron los discípulos al Señor Jesús, se repite por nosotros ahora, para descubrir nuestra morada, una vez más...
No dudamos en repetirla, no vacilamos en aceptar nuestro camino porque, antes que cualquier otra cosa, es Su camino...
El Señor nos dice: -ven y verás... Repito que nos llama, que nos dice "ven", como a Pedro cuando quiso caminar sobre el agua: -"ven."
Y comprobaremos la Gracia de la Fe, a pesar de vientos y sacudones, a pesar de las tempestades que desata este mundo.
Nuestra Morada es Él mismo, que ahora insiste: -ámame como eres. En suma: no vaciles ni temas, porque Yo Soy...
Alberto E. Justo