No quieras abrazar lo que tus brazos no alcanzan. Déjate abrazar por Dios sin modos ni denominaciones... En el silencio del corazón resuena siempre un "lenguaje" nuevo e inédito, que nos sorprende y levanta por encima de las imaginaciones y las insuficiencias de nuestro "ego."
En la noche puede percibirse un cántico sublime... No cabe en ningún "encierro". Esa música maravillosa es libre y liberadora... Recíbela sin atreverte a interrumpirla. Deja que suene, deja que cante... No impidas la música... "Deja ser el ser."
Alberto E. Justo