¿Cómo arrodillarme, Señor, y permanecer cada segundo en el silencio de tu Corazón, sin apartarme jamás? Una pregunta y mil preguntas que superan y trascienden cualquier respuesta... Y sólo digo y clamo :-¡Ven Señor Jesús! No tardes...
¿Hay algo que añadir a la ...vida? La intimidad profunda en el Espíritu ¡tan poco valen las palabras!
Alberto E. Justo