viernes, 3 de diciembre de 2010

quizá una nueva épica

Como peregrinos empeñados en misión... Es posible, desde luego, perder muchas cosas. Es muy posible carecer de éxito... El camino, de hecho, es mucho lo que nos enseña. Pero también hay un secreto: no hemos de perder nada, no perdemos nada cuando todo es ofrecido. La derrota es victoria cuando es totalmente entregada a Dios.
¿Qué es vencer? ¿Qué comporta? ¿Las felicitaciones y las albricias del mundo, los triunfos en una historia perecedera?
La "victoria" es la Voluntad de Aquél a quien rogamos que Ella se cumpla así en la tierra como en el Cielo.
Abandonemos esa "vida" fugaz, que tanto nos seduce, para alegrarnos y triunfar hasta con lo que perdemos: cuando, en efecto, trascendiendo nuestros juicios nos encontramos en la misma Mirada de Dios.

Alberto E. Justo