Cuando comienza el Adviento... ¿Es necesario decir esto o aquello? Sabemos que es éste un maravilloso tiempo de Esperanza. Recordemos, es decir: volvamos al corazón con mayor fervor a fin de hallar en nuestro portal interior al Señor que allí nace...
Pero siempre ¡¡ánimo!! Es muy posible que los "desvíos" de una hora tan severa como la presente nos hagan vacilar, nos detengan perplejos en alguna vuelta del camino y nos claven, sin salida, para esperar sin caminar.
No, esto no es esperar en verdad. Nadie aguarda nada clavado y sin movimiento... Caminemos ahora contemplativamente, con pasos que no son simplemente "nuestros" sino que, como la vida, los recibimos como don incomparable.
Aprendamos, eso sí, a ser "independientes" y "libres". ¿Cómo se aprende a... caminar? Rechazando inicialmente todo temor, sin identificarnos con lo perecedero que nos abruma... No es fácil, pero vale la pena hallar el sentido profundo...
Alberto E. Justo