jueves, 27 de septiembre de 2018
Enciéndase la la luz siempre nueva
Porque en el que nunca se apaga, a pesar de los lerdos y somnolientos que se nutren de ambiciones irreales... ¿qué temes, hermano... si ya, ya no pierdes nada? ¿No tienes acaso ganada la batalla silenciosa de una melodía, que no se detiene, y nutre su armonía hasta en el dolor?
¿Qué es lo que nunca se apaga?
Alberto E. Justo