tiene una sorpresa:no se detiene, ni se apaga. Y ya no veo tan bien como antes... Pero no dejo el camino ni olvido el desierto: que el Señor me lleve y me eleve. Suspiro por esos días.... por aquellos y por estos. Vivo "sin vivir en mí" Y "muero porque no muero"
Alberto E, Justo