miércoles, 12 de diciembre de 2018

Camina, camina, sin vacilar

Que tus pasos no sean tuyos. Sabes que no lo son. Ahora bien: éntrate en el Desierto, más allá de las fronteras y de cualquier compromiso. No calcules nada, abandónalo todo... Siempre más escondido y en paz
 Deja lo que no llevas y alégrate en lo que dejas, que es ello lo mejor y más sabroso...
Allá arriba hay un monasterio que alumbra el valle...

Alberto E. Justo