En esta hora maravillosa estamos sonrientes de esperanza en el Señor. No sabemos expresarlo hoy de otra manera sino cantar nuestro himno de esperanza a Aquel que desciende de los Cielos en la Noche. Hoy bendecimos su Presencia y renovamos la consagración en una Santa Misa escondida en lo más profundo del Corazón...¡Santa Misa escondida, resplandeciente de Cielo y de Paz!
Y renovamos nuestro gozo y nuestro Amor... Es el Espíritu y son los Ángeles que abren las puertas del Cielo...
Alberto E. Justo