Ahondando por el camino, cada vez ha de aparecer nuevo... Porque el desierto del alma no se abarca jamás... Como nos dice Heráclito (Frag.45) "No podrías encontrar, andando, los límites del alma, aunque recorrieras todos los caminos; tan profundo 'logos' tiene."
No agotaremos esa "inmensidad de dentro" y sí perderemos mucho ignorándola y no sumergiéndonos en ella.
Volvamos incesantemente al corazón, a la profundidad, una y otra vez, que nunca estaremos allí solos. Hay Quien nos llama y nos espera en todos los caminos...
Alberto E. Justo