Cuando deseas algo más alto: ve DIRECTAMENTE y no te detengas en palabras ni rodeos. Si quieres orar: simplemente ora, abre el corazón a Dios y no intentes ajustarte a ningún paso en exceso planificado. No te detengas ni temas. Apréstate a recibir aunque te parezca que no llega ni te llega nada. Levántate con sencillez...
Lo que está más allá, lo que trasciende los sentidos está increíblemente más cerca. Peregrinas en esta tierra bendita pero ya sabes que tu corazón habita el cielo. No dudes y conviértete a esa simplicidad inefable que es decoro y honor en tu vida...
Es ésta una alegría incomparable. No esquives el don. Acepta el regalo.
Alberto E. Justo