Las horas que pasan
son las horas que quedan...
El corazón que clama
más allá de sus fronteras...
Vivimos, en realidad,
donde no nos parece "estar",
donde nadie sino Dios
en verdad nos encuentra.
Corazón que ahonda
en profundo abismo...
Corazón que Es abismo y fuego...
Alberto E. Justo