Queridos amigos, el acceso es simple y directo. Quizá las mayor dificultad consista en esta simplicidad que ahora señalamos. Quizá por eso tantos se extravían en consideraciones sin fin, alejándose o pasando de largo sin advertirlo.
Acoger a Quien llega. Sin más. No son necesarias las vaciliaciones. Sólo es preciso liberarse de cuanto se opone en un camino claro y diáfano...
Un Cartujo insistía: "Los textos sobran, lo que dicen los libros es lo que pronuncia Dios en el corazón."
¿Qué se compara a ese gran maestro que es el silencio?
A. E. Justo