El monje estilita habitaba sobre una columna... Las muchas ruinas de entonces invitaron a ascender sobre ellas y permanecer allí, de cara al cielo y en oración por todos...
La "antigua" columna sostiene más de cuanto podemos imaginar. Quizá es difícil ascender, no menos que descender, pero no es imposible. Los antiguos desafiaron lugares y costumbres y, tal vez nosotros, con perfiles diferentes, hallemos el modo o la escala para subir más allá...
Alberto E. Justo