martes, 19 de octubre de 2010

espéralo todo de Dios

Aunque hoy mismo dudes acerca de ti... Acerca de ti y de tus cosas, obras y trabajos... ¿Serán en verdad útiles? ¿Puedes contar con cuanto hasta este instante has realizado? ¿Qué se dice por ahí?
Pues no te detengas en eso ni en lo otro. Nada. Calla. ¿Contar contigo cuando cuentas con Dios?
Me dirás: -Dios aguarda que yo haga esto o aquello. En cierto sentido es verdad, pero si lo planteas así lo planteas muy mal. El Padre quiere adoradores en Espíritu y en Verdad. El Señor aguarda (por decirlo de esta manera) tu respuesta profunda de amor, con el mismo Amor que te da y te dona... (que Se da y que Se dona).
¿A qué preguntarte acerca de tanta eficacia si todo se manifiesta en Su Misericordia? Abre tu corazón con compunción y confianza y obra en silencio sin que tú, precisamente, esperes nada. No esperes nada de ti mismo, espéralo todo de Dios.