Gran maestro es el silencio... Quisiéramos resolver todo nuestros problemas con rápidas y eficientes respuestas, totalmente satisfactorias. Pero olvidamos callar. Seguimos con rumores y clamores, pretendiendo hacer e inventar, sin obra y sin invento, no sé qué fórmulas imposibles. Pretensiones del ruido éstas nunca aparecen porque ni sombra pueden tener de realidad.
El desafío es sobrepasar nuestra ansiedad y calmar la permanente agitación que nos asalta con tanta frecuencia...
Silencio y espacio interior... Dar "lugar", aguardar que todo adquiera su paso y su "moderación".
La oración no brota de apresuramientos ni de violencia alguna...
Alberto E. Justo