Sí, en efecto, un sentido más profundo: ¡búscalo! Está ahí no más...
En suma, no hemos de prestar atención a los infinitos rumores que el mundo desata e invaden nuestros sentidos externos, hasta crear una insoportable ambientación. Ésta es falsa, cuasi inexistente, y se afirma en ilusiones cuanto más consideramos o analizamos su sinrazón...
Incluso en los medios que parecen más inmunes abundan... Muchas veces son los más dañinos aquellos que parecen los más "piadosos". Y esto es fruto de experiencia y de dolor también. Por eso el alma contemplativa ha de aprender, a pesar de los que fuere, a no-oír, a no-atender, a pasar de largo, a sonreír y, sobre todo, a olvidar.
No existe vacío alguno que nos ofrezca una zona de fuga... Existe el honor y la dignidad de la vida que descubre y adhiere a la verdad, desprendiéndose de las necedades y de las menudas ambiciones que turban los mejores pasos.
Repito, los medios peores, los lugares peores, los ámbitos peores, son aquellos que, con frecuencia, se tienen por mejores, ya que éstos últimos, no hacen más que "lustrar" apariencias y llenar planillas y requisitos para sus antojos y menudencias. ¡El mundo es vano y , por tanto, pequeño! ¡Fuera de él, pues!
Y las "malas plantas" también crecen y se desarrollan cuando se pretende obrar en nombre de Dios y no se hace otra cosa que cultivar el "ego" más estúpido.
¡Adelante, en silencio y en paz! La oración más profunda es la que menos se nota y el sentido más alto es el secreto... "la piedrecita blanca que sólo conoce el que la recibe"!
Alberto E. Justo