Cuanto más pequeña es mi vida, más grande es Dios en ella. Cuanto más grande es Dios, y más pequeño yo, más grande soy en Él. Si es que podemos hablar así, con un lenguaje que ni siquiera es aproximado...
Pero algo queda dicho. En efecto, no es cuestión, nunca lo es, de medir nada... ¡Todo es simple y directo! Y la Esperanza no versa sólo en que advenga esto o aquello, sino en lo que en efecto es, por gracia de Dios...
Y nuestra vida es en Él. Y Él vive en nosotros...
Alberto E. Justo