Esta voz la recibimos con alegría aquí y ahora. La fuerza del mensaje está en que predicamos la confianza; más allá de temores y amenazas. Por el contrario, creemos firmemente en la continuación de una búsqueda y de un instinto de paz que no puede mentir...
El hombre aprende a vivir en la medida en la cual sonríe y acepta el misterio que lo convoca...
Alberto E. Justo