Realicemos un profundo acto de Fe: Nuestra oración ha de elevarnos a Dios PRESENTE. La clave es este acto de Fe en la PRESENCIA de Dios, en nuestro centro, en nuestro corazón, en nosotros mismos...
Dice el himno de Vísperas de la Fiesta de la Transfiguración, en una de sus estrofas,
"Splendor Aeternae Gloriae
Incomprehensa Bonitas
Amoris tui copiam
da nobis per praesentiam."
(Esplendor de la Gloria del Padre
Amor(o Bondad) incomprensible
danos por tu presencia
la abundancia de tu Amor.)
Vivamos este Misterio de la Presencia de Dios en el Fondo del alma. Retornemos incesantemente en nuestra memoria a la Verdad. El Espíritu ora en nosotros. Silencio y paz.
Alberto E. Justo