Abre los ojos interiores... Mira más allá. Más "adentro" es lo mismo que "más allá" o "más aquí". Se trata de superar una cierta frontera o de derribar esas falsas y pesadas murallas que nos encierran... Para eso es necesario abrir los ojos interiores...
Me dirás que nada ves. Me dirás que topas con sombras terribles o que carecen de sentido...
Pero te digo: así como el silencio supera y trasciende cualquier sonido y nos levanta a la música más alta, los ojos del corazón sólo hallan el reposo en el horizonte inmenso que, como la luz nueva, se descubre con la paradoja de lo que parece inalcanzable.
Trata de vencer ese "parecer" que no te permite seguir. Te encuentras en la llanura, en las montañas, en el mar... Hay ruidos y sonidos molestos por todos lados, pero tu sabes y te dices, con firmeza: "yo no soy eso", en realidad no estoy allí ni aquí.
Y te sientes solo, sin el sentido que aguardabas... Pues ¡aprende a caminar sin el "sentido" que te consuela! ¿Qué sentido? ¿Hacia el norte, hacia el sud, hacia el este, hacia el oeste? Tu horizonte está siempre más allá porque está siempre más aquí.
No caigas en ciénaga alguna..., no te quedes atado a las "estructuras" que mueren. Goza vivir desde el hondo respiro, en la misma vida de Dios.
Alberto E. Justo