Descubriremos muchas veces una suerte de guerra en nuestro interior... El asalto del antiguo adversario no se hace esperar... Pero es urgente volver al corazón y no dejar que las distracciones nos aparten del camino y de la vida.
Es "normal" hallarnos en sutiles combates y en necios "enfrentamientos" con lo que no sabemos. Un golpe y otro golpe y ya estamos mordiendo el polvo y arrastrándonos por el suelo. Pero nada más fecundo que dejar entonces y levantarnos en confianza y con firmeza. Sí, "dejar", precisamente dejar y abandonar, a la vera de la senda que seguimos, aquello falso que nos engaña y nos aparta de lo real y profundo.
En un solo instante estamos de nuevo en el "centro". Dejémonos "levantar" por Aquél que es nuestra Vida...
Alberto E. Justo